Un perro ha sido rescatado por la Policía tras haber sido introducido por su propio dueño en una parcela privada para provocar que fuese atacado por otro perro que habitualmente se encuentra en dichas instalaciones. Tras el rescate, ha sido llevado a una clínica veterinaria donde ha sido tratado de las heridas que ha sufrido en la pelea y, finalmente, ha sido acogido por la Protectora de Animales de Ceuta. El dueño ha sido detenido por desobediencia y atentado contra la autoridad
Un hombre ha sido detenido por desobediencia y atentado contra la autoridad tras haber sido sorprendido después de introducir a su perro en una parcela privada para provocar una pelea con otro can. Desgraciadamente, se trata de un suceso que se podría haber evitado de no haber sido por los problemas de espacio que presentan tanto la Perrera Municipal como la Protectora de Animales de Ceuta, puesto que el caso llevaba tiempo en seguimiento por las autoridades. De hecho, ya se había intentado proceder a la retirada del animal con anterioridad por episodios de malos tratos, pero no pudo ejecutarse debido a la falta de espacio para acogerlo, ya que tanto la Perrera Municipal como la Protectora de Animales alegan que están saturadas. El animal dormía habitualmente en la calle, junto al domicilio de su amo, y presenta síntomas de desnutrición y evidente falta de cuidados.
Según fuentes consultadas por El Foro de Ceuta, las autoridades han sido alertadas cuando el dueño del animal, presuntamente, estaba agrediéndole con una cadena. Sin embargo, al llegar al lugar indicado en la llamada los agentes de Policía Nacional y Policía Local han constatado que el amo había introducido deliberadamente al animal en una parcela privada en la que habitualmente hay otro perro para que ambos se enzarzaran en una pelea. Como consecuencia de este hecho, el can ha resultado seriamente herido y ha tenido que ser atendido en una clínica veterinaria antes de ser trasladado a la Protectora de Animales, que se ha visto obligada a hacer un esfuerzo para acoger al perro en sus instalaciones. Asimismo, Sanidad ha levantado un acta a través de la que será propuesto para sanción por maltrato animal.
Lo más triste del suceso es que se podría haber evitado, tal y como señalan a este medio las fuentes consultadas: «No es la primera vez que la Policía intenta quitarle el perro al dueño por casos de malos tratos o falta de cuidados y no pudo ser por problemas de espacio. Esto es algo que ha pasado más veces, que pasa y que va a seguir pasando hasta que se busque una solución», lamenta una persona que ha conoce el caso de cerca.
Por otro lado, más allá de los problemas de espacio que hay en la Ciudad para la recogida de animales y, en este caso, de perros, la legislación española no es especialmente contundente contra el maltrato animal. El Código Penal establece penas de entre tres meses y un año de cárcel para quien incurre en un delito de maltrato animal que, normalmente, quedan en suspensión de ingreso en prisión.