Hoy 23 de septiembre de 2021 en conmemoración por el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, y cuando se cumple más de un año sin precedentes por la pandemia por el COVID-19, desde APRAMP exigimos acciones concretas que conduzcan a la promulgación de una ley integral sobre la trata que involucre no solo al Gobierno central sino a todas las CC. AA. para proteger a las víctimas; la vulnerabilidad a la que han sido expuestas durante este año no ha hecho más que evidenciar su urgencia. Consideramos que no hay más excusas para no ser atendido este reclamo.
Una ley, además, que identifique la prostitución y la trata con fines de explotación sexual como dos realidades indisociables y que constituyen una de las peores caras de la violencia de género, algo que en la práctica sigue sin reconocerse desde algunas administraciones.
Si en el 2020 alertábamos del impacto que empezó a cobrar la pandemia para las víctimas de trata y explotación sexual, este año las cifras hablan por sí mismas. Aumentaron los lugares invisibles (pisos) de la actividad prostituyente para burlar las restricciones de movilidad, pero ante ello intensificamos los mecanismos de acercamiento y rastreo de situaciones de trata.
Durante todo el 2020, 1232 mujeres víctimas de trata fueron detectadas por nuestra Unidad Móvil a nivel nacional. En 2021 hasta el pasado 31 de agosto ya van 1651. En 2020, 119 mujeres y 3 menores fueron acogidas en nuestros pisos de Atención para víctimas de trata y explotación sexual; hasta el pasado 31 de agosto de este año ya van 89 mujeres.
Ha sido un año difícil, pero hemos reforzado nuestro trabajo con campañas de información, sensibilización y prevención dirigidas a la sociedad en general, y a la Fiscalía y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en particular, y hemos desarrollado proyectos de cooperación y trabajo directo con los países de origen de las víctimas.
Además, pusimos en marcha el Observatorio Especializado en trata de menores de edad, un instrumento para establecer pautas para su correcta identificación y atención, y formar a profesionales sobre atención específica y especializada.
Y sobre todo, no hemos descansado en el trabajo de incidencia política y social para apoyar y garantizar los derechos de las víctimas de trata, ellas son las que nos marcan el camino. En 2020 430 mujeres recibieron formación básica, 130 formación prelaboral, y 174 participaron en itinerarios de inserción. Estos son los números que queremos ver crecer. Contra la Trata, Ni un Paso Atrás.