Cada 23 de septiembre se conmemora Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Trata de Mujeres, Niñas y Niños. La trata de personas supone una violación de los derechos humanos que tiene diferentes rostros como la explotación sexual, explotación laboral, trabajos forzados o el tráfico de órganos. Todas estas manifestaciones, extendidas por todo el mundo, son la manifestación más extrema de la pobreza y la desigualdad.
La trata de mujeres con fines de explotación sexual es una de las formas más dolorosas en las que se manifiesta la violencia contra las mujeres y uno de los más terribles negocios en todo el mundo. La trata con fines de explotación sexual es una vulneración de los Derechos Humanos que está relacionada casi siempre con la violencia, la marginación, la dificultad económica y la cultura sexista y patriarcal. Según datos de Naciones Unidas y de la Unión Europea, las mujeres y las niñas representan el 71% de las víctimas de trata detectadas en todo el mundo y el 80% de las identificadas en Europa occidental; el 95% de ellas acaban explotadas para la prostitución. La explotación sexual es la forma más común de explotación (59%) seguida del trabajo forzado (34%). Recientemente, el Gobierno de España ha estimado que son 45.000 las mujeres explotadas sexualmente en nuestro país.
La trata con fines de explotación sexual no puede desligarse de la prostitución. Son dos caras de una misma realidad ya que la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual existe porque hay hombres dispuestos a prostituir mujeres y menores. El PSOE se declaró en su 40 congreso como un partido político abolicionista de la prostitución. La idea de progreso tiene que ser para toda la ciudadanía, por eso, nuestro modelo de sociedad es uno donde las mujeres y las niñas no sean prostituidas. Los y las socialistas estamos trabajando para construir una sociedad donde los cuerpos de las mujeres y niñas no sean objetos de consumo. La libertad y la igualdad es incompatible con la prostitución y la trata de seres humanos.
Sin prostitución no hay trata. Los y las socialistas estamos impulsando un marco legal efectivo contra la trata, orientado a la abolición de la prostitución y que articule una respuesta integral para las mujeres que han sido víctimas de esta esclavitud del siglo XXI:
• El pasado mes de enero, el Gobierno de España presentó el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos 2021-2023 que se articula sobre cinco prioridades: la detección y prevención de la trata, proteger y asistir a las víctimas, perseguir los delitos, cooperación y coordinación entre administraciones y sociedad civil, y mejora del conocimiento.
• El Gobierno de España tiene previsto aprobar en los próximos meses el Anteproyecto de Ley Integral contra la Trata.
• En la actualidad, se encuentra en tramitación Ley del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso para atajar todas las formas del proxenetismo. Es urgente ofrecer una redacción normativa que persiga de manera efectiva el proxenetismo y la tercería locativa. Esta ley contra el proxenetismo también incluye sanciones los quienes que recurran a prostituir a otras personas y nunca a sus víctimas de la prostitución.
Para el PSOE es urgente hacer frente a la impunidad que existe ante el lucro de la prostitución de mujeres y que aborde el proxenetismo con la contundencia que se requiere. El PSOE es un partido con principios sólidos y raíces firmes que se sostienen en las ideas de igualdad y libertad. Sabemos que, ante un problema como este, los y las socialistas vamos a levantar la mirada y ser valientes en la defensa y argumentación de nuestras ideas.
El proxenetismo y la explotación sexual afecta directamente a los derechos de igualdad, libertad y dignidad de las mujeres. Se trata de la forma más cruel de violencia contra las mujeres y conviene no perder de vista el terrible impacto que tiene en las víctimas y también en toda la sociedad.
Este 23 de septiembre, el PSOE quiere manifestar su compromiso para erradicar y perseguir la explotación sexual y la prostitución en nuestro país ya que supone una vulneración de derechos de las mujeres incompatible con el feminismo socialista y la propia democracia.