Desde Jóvenes de Comisiones Obreras de Ceuta, aprovechamos tal día como hoy para reivindicar una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria para las personas sordociegas. Para ello, nuestra compañera Lucía García Segado, estudiante de Mediación Comunicativa ha escrito el siguiente manifiesto que será nuestra declaración de intenciones del trabajo que realizaremos:
Hoy, 27 de Junio se celebra el “Día internacional de las Personas Sordociegas” como homenaje al nacimiento de Helen Keller, la primera persona sordociega que logró graduarse en la universidad en 1904.
La sordoceguera es una discapacidad que surge como consecuencia de la combinación de una deficiencia visual y/o auditiva en mayor o menor grado que genera problemas de comunicación y acceso a la información. La comunidad sordociega es una comunidad muy heterogénea. En España, hay más de 200.000 personas sordociegas según la Federación Española de Sordoceguera (FESOCE). Para la atención profesional de estas personas el país cuenta con un único centro residencial especializado en Sevilla con un número muy reducido de plazas para un colectivo tan dependiente. Además, hay que tener en cuenta las dificultades y barreras de comunicación que se encuentran estas personas en su día a día. Las barreras de comunicación son aquellos obstáculos o impedimentos que limitan la libertad de acceso a la comunicación a las personas que tienen reducida su capacidad de relacionarse con el entorno mediante la audición y la visión.
Por una parte, la mayor parte de la sociedad en la que vivimos es vidente y oyente, de esta manera gran parte de los canales de trasmisión de información son auditivos y visuales. Estos se traducen en limitaciones o barreras de comunicación cuando es una persona sordociega la que se enfrenta a ellos. El resultado, es que la información que reciben estas personas es mínima. Existen muchas situaciones vividas de este tipo por usuarios, por ejemplo: la ausencia de un guía-intérprete en servicios como centros de salud, juzgados…Etc.
Asimismo, tienen muchas dificultades para integrarse en su vida social y laboral. La mayor parte de personas con deficiencias visuales y/o auditivas tienen dificultades para integrarse en el trabajo y en su círculo social, además de sentirse aisladas de su entorno a causa de sus limitaciones. Este problema, perjudica en la confianza y la autoestima de los individuos, en el sentimiento de frustración, inferioridad, el miedo al rechazo y hasta la inseguridad de encontrar pareja. Además, la existencia de estas preocupaciones evita con bastante frecuencia que los afectados acudan de forma inmediata a un especialista. Es decir, miedo a llevar audífono, pensar que la pérdida no tiene solución, miedo a parecer mayor e incluso vergüenza.
Finalmente, la falta de información en la sociedad es muy notoria. Las personas oyentes conocen mucho más sobre otros temas como la violencia de género, el racismo…o de trastornos como el TEA. Pero… ¿somos conscientes del grave problema que conlleva esta falta de información?
Por ello, desde Jóvenes de Comisiones Obreras nos comprometemos a participar de forma activa en la lucha por la inclusión laboral y social de la diversidad funcional. El mundo está en nuestras manos, pero también en las suyas.