Hoy, 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente queremos recalcar la importancia de cuidar nuestro entorno, sensibilizar a la población mundial en relación en temas ambientales, intensificando la atención y la acción política.
En los tiempos de COVID-19, la irresponsabilidad ciudadana vulnera constantemente la protección de nuestro planeta. El uso de guantes y mascarilla, equipo sanitario necesario para protegernos de esta pandemia, conlleva un vertido excesivo de plástico y papel sin ningún tipo de conciencia medioambiental, pudiendo este suceso ocasionar una catástrofe mayor.
Entre las situaciones cotidianas de nuestro día a día durante el confinamiento, hemos realizado acciones que perjudican a nuestro planeta y su ecosistema mediante la contaminación de aguas causadas por el vertido de productos no biodegradables.
Además de la contaminación, el excesivo gasto de energía en nuestros hogares ha provocado un aumento del 28% durante la cuarentena.
También, debemos resaltar que este “parón global” ha disminuido la emisión de gases nocivos a nuestra atmósfera debido a la inmovilidad social y la reducción del uso de vehículos.
Por ello, es necesario recalcar la importancia de un sistema de producción y consumo en la que debe primar la no contaminación y el respeto al medio ambiente. Para que este proceso se lleve a cabo, es necesario que la sociedad tome conciencia de las acciones, reacciones y repercusiones sobre nuestra tierra.
La deforestación, la extinción de algunas especies animales, la contaminación, la destrucción de nuestra atmósfera, el calentamiento global, las migraciones forzosas de los países más vulnerables sólo son algunos de los resultados de este proceso.
Desde Jóvenes de Comisiones Obreras de Ceuta, exigimos a Gobiernos e instituciones la creación de medidas de protección del medioambiente y su biodiversidad, mediante acuerdos con empresas que acojan en sus políticas internas el cuidado de nuestro planeta, especialmente en la agricultura, la generación de energía, la construcción y el sector de bienes de consumo ya que supondría la creación de hasta dos millones de nuevos empleos y profesiones, además de la transformación de otras. De esta forma, erradicar por completo el nocivo sistema económico actual que, tiene como consecuencias, la destrucción ambiental.