Un escándalo de corrupción sacudió la política local en Tánger, después de que la concejala Hamida Belshkar revelara en una sesión extraordinaria del Ayuntamiento acusaciones graves sobre el intercambio de dinero por votos. Las declaraciones de Belshkar apuntan a miembros del consejo que, según ella, habrían recibido compensaciones económicas a cambio de votar a favor o en contra de ciertas resoluciones. La alarma surgió tras la votación sobre la resolución relativa al mercado de Sidi Ahsain, un tema que ha generado fuertes tensiones políticas en la ciudad
En la sesión celebrada el lunes 24 de marzo, Belshkar no quiso señalarse a sí misma ni a otros concejales de votar en favor del alcalde Mounir Limouri a cambio de dinero, pero subrayó que circulan acusaciones dentro del consejo sobre prácticas de soborno en las votaciones. A pesar de las especulaciones y rumores, la concejala negó cualquier tipo de compensación por su voto en la resolución sobre el mercado de Sidi Ahsain.
«Todas las acusaciones que se están levantando son meras falsedades», afirmó Belshkar durante su intervención. «Si alguna vez se demostrara que el alcalde Mounir Limouri está involucrado en estas prácticas, no me quedaría callada y abriría una investigación», agregó, dejando claro su postura frente a las denuncias que rondan al máximo dirigente local.
El caso del mercado de Sidi Ahsain, que se refiere a una propuesta para la reubicación de un mercado tradicional en la ciudad, ha suscitado una gran controversia en el consejo. La votación, que fue rechazada con el apoyo del partido Agrupación Nacional de Independientes (RNI), levantó serias sospechas sobre posibles prácticas corruptas en el proceso. En particular, algunos sectores creen que figuras políticas clave podrían haber jugado un papel importante en los resultados de la votación.

Consejera Hamida Belshkar ( imagen Tanja7 )
Cabe destacar que, en una de las sesiones en las que se discutió la resolución, la concejala Hamida Belshkar también denunció públicamente que el mercado de Sidi Ahsain, cuya reubicación fue tema de debate, ha sido señalado por su deplorable estado de insalubridad y condiciones antihigiénicas. Este medio había adelantado previamente las imágenes de las condiciones del mercado, que ya habían generado preocupación entre los ciudadanos y sectores de la sociedad civil por la falta de condiciones adecuadas para los vendedores y compradores.
Por otro lado, la votación también desató una crisis interna dentro del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) en Tánger, ya que tres de sus miembros votaron en contra de la resolución, lo que generó un fuerte malestar dentro de la formación política. En respuesta a este hecho, el partido ha decidido solicitar la baja de estos tres concejales, y la decisión final se tomará el próximo 27 de marzo.
Este escándalo ha puesto sobre la mesa la creciente preocupación por la transparencia y la ética en la política local de Tánger, una ciudad que sigue luchando con la corrupción a pesar de los esfuerzos por mejorar la gobernanza y la rendición de cuentas. Las acusaciones que salpican a los miembros del Ayuntamiento podrían desencadenar una serie de investigaciones y, posiblemente, reacciones políticas que definan el futuro político de la ciudad.