La escalada del conflicto en Oriente Próximo ha influido significativamente en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Washington, como principal aliado de Tel Aviv, se encuentra en el centro de una guerra con múltiples frentes. Los candidatos a la presidencia, Kamala Harris y Donald Trump, han expresado posturas divergentes en sus discursos, aunque ambos buscan un objetivo común: la paz en la región.
Postura de Kamala Harris: La candidata demócrata Kamala Harris reconoce el derecho de Israel a defenderse, pero también enfatiza el sufrimiento del pueblo palestino. Durante su campaña, ha abogado por una solución de dos Estados que garantice seguridad para ambas partes, subrayando la necesidad de reconocer el sufrimiento palestino bajo los bombardeos israelíes.
Visión de Donald Trump: Por otro lado, Donald Trump ha culpado al gobierno actual de la situación en Gaza, afirmando que si él estuviera en el poder, no habría comenzado ninguna guerra. Trump ha mantenido una postura firme de apoyo a Israel, asegurando que su relación con líderes internacionales como Benjamín Netanyahu es sólida.
El conflicto entre Hamás e Israel sigue cobrándose vidas en Gaza, con más de 43,000 muertes reportadas. Además, la guerra abierta de Israel en Líbano ha intensificado las tensiones con Irán, que respondió con un ataque de misiles balísticos. Washington ha jugado un papel crucial en la defensa de Tel Aviv, mientras que Israel ha respondido con bombardeos a objetivos militares en Irán.
La política exterior rara vez es determinante en las elecciones estadounidenses, pero este año podría ser diferente debido a la cercanía de los candidatos en las encuestas. A pesar de sus discursos opuestos, tanto Trump como Harris buscan poner fin a un conflicto en el que Estados Unidos es protagonista.
Relación con Netanyahu: La relación entre Estados Unidos e Israel es un tema central en la campaña. Trump presume de una buena relación con Netanyahu, mientras que Harris ha sido más crítica, especialmente en lo que respecta al sufrimiento palestino. Biden, por su parte, ha instado a Netanyahu a minimizar los daños a civiles en Líbano y a buscar una tregua con Hamás.
Los expertos coinciden en que Netanyahu preferiría una victoria de Trump, quien ha proporcionado beneficios a Israel sin pedir mucho a cambio. Sin embargo, Harris podría adoptar un tono más conciliador hacia los palestinos si llega a la presidencia, alineando más estrechamente a EE.UU. con la opinión internacional crítica con Israel.
A medida que se acercan las elecciones, la política exterior de Estados Unidos en Oriente Próximo sigue siendo un tema candente, con implicaciones significativas para la estabilidad regional y las relaciones internacionales.