La convocatoria hecha en la víspera de Nochevieja en las redes sociales y grupos de WhatsApp llamando y al mayor número posible de personas con intención de cruzar la frontera para presionar a las autoridades tuvo su efecto ayer
El Gobierno marroquí alertado por la convocatoria había desplegado en Castillejos más de 1.000 agentes pertenecientes a distinto Cuerpos de Seguridad con orden de actuar “contundentemente “contra toda persona que intentara llegar hasta las proximidades del paso fronterizo de Bab Septa.
A pesar del fuerte dispositivo policial, alrededor de 1.000 personas lograron llegar hasta las calles de la ciudad vecina de Ceuta al otro lado, armados con palos y piedras, donde intentaron romper el cordón policial a la carrera obligando a actuar con material antidisturbios logrando frenar el avance. Los migrantes, la mayoría jóvenes y menores residentes en Castillejos, se abrieron paso en las callejuelas próximas donde aprovecharon para romper los escaparates de algunos comercios.
Entre la multitud de gente a la carrera que intentaba burlar el cerco de seguridad, se encontraban muchos menores que se mostraron escurridizos y arrojaron piedras a los agentes obligando a estos a emplearse a fondo para dispersarlos. Desde las ventanas de los edificios algunos vecinos recriminaron a los jóvenes por los destrozos que estaban ocasionando, ya también la emprendieron contra las lunas de algunos vehículos estacionados en la calle.
Otro numeroso grupo intentó llegar hasta el perímetro fronterizo por el monte para intentar saltar la valla pero las Fuerzas Auxiliares les esperaban para detenerles. Algunos consiguieron llegar hasta la alambrada donde, en el lado español, también se había desplegado la Guardia Civil consiguiendo evitar cualquier entrada.
El helicóptero de la benemérita con base en Ceuta sobrevolaba para dar cobertura a los agentes desplegados a pie de valla. En la aduana del Tarajal permanecían movilizadas unidades de la Policía Nacional que custodiaban los accesos a Ceuta.
El paso fronterizo de Benzú, también controlado
El dispositivo del lado marroquí también cubría el paso fronterizo de Benzú. Desde primeras horas de la tarde de ayer la carretera de acceso al pequeño pueblo de Belliones, bajo la montaña conocida por ‘La Mujer Muerta’ o Yebel Musa, estaba tomada por agentes que montaban guardia a bordo de furgones policiales.
Según fuentes de la seguridad de Marruecos, se habrían producido un alto número de detenciones durante los disturbios que han sido respondidos con numerosas cargas de las fuerzas allí desplegadas. Marruecos advertía en un comunicado hecho público en la noche del jueves que cualquier persona que se acercara a la frontera sería puesta a disposición de la Fiscalía General del Reino para su enjuiciamiento pudiendo ser condenadas a penas de prisión y multas.