La diversidad dentro de las aulas se puede entender como la variedad de los alumnos/as que existen dentro de ellas. Alumnos/as que son diferentes en aprendizaje, en modo de pensar, en sus limitaciones o en sus posibilidades físicas. Por ello es muy necesario ser flexible. Flexibilizar la programación didáctica es el mejor consejo para manejar adecuadamente esta diversidad en las aulas, ya que fomenta el entendimiento y la solidaridad entre alumnos/as, dejando a un lado las diferentes formas de discriminación actuales como la raza, clase o género.
La cuestión es que sin entender ni gestionar la diversidad no es posible llegar a configurar una educación inclusiva definida por la igualdad de oportunidades. En la medida en que seamos capaces de gestionar la diversidad con las herramientas necesarias y potenciar un currículum transcultural que la reconozca y que sepa conectar con los intereses de los alumnos/as, seremos capaces de avanzar hacia la educación inclusiva y la igualdad de oportunidades.
En todos los centros educativos públicos de ESO y Bachillerato podemos comprobar que hay alumnos/as con TDAH. Se trata de un trastorno (no enfermedad) de déficit de atención e hiperactividad. Es un proceso de alteración del sistema nervioso central. Tienen dificultad para concentrarse, intranquilidad, nerviosismo, necesidad de estarse moviendo constantemente, alteración del control de impulsos. Se distraen con mucha facilidad, no se fijan en las tareas y cometen muchos errores. Desorganizados, tareas con demasiada lentitud, olvidan cosas. Por lo que es importante realizar un tratamiento específico para evitar un mal rendimiento académico. En estos centros también encontramos departamentos de orientación que tienen como finalidad contribuir al desarrollo del alumnado en todos sus aspectos: cognitivo, profesional, académico, social, emocional, moral, etc. Incumbe a la orientación los aspectos del desarrollo personal que no están contemplados en las materias académicas ordinarias. La atención a la diversidad. Para conseguir sus objetivos y atender a las diversas áreas, no es suficiente con el orientador, se requiere un equipo formado por parte del profesorado de diferentes áreas académicas.
Y es aquí donde reside el problema debido a que no todos los profesores se involucran con estos chavales. Unas veces porque no tienen la vocación de la enseñanza, otras porque están de paso ya que son interinos y no quieren invertir más tiempo del necesario. Así que todos los profesores que no van de la mano del departamento de orientación y desoyen esas actuaciones que deben fluir en ambas direcciones, generan que alumnos/as con este trastorno se sientan aislados e incluso con miedo ante las reacciones de un docente que no entiende ni se molesta en saber o en conocer esta situación. Cuando esto ocurre, estos jóvenes no quieren asistir a clase y se encierran en su mundo con un desenlace terrible y se trata del abandono escolar.
Dentro de estos chicos se esconde un potencial enorme que sí desarrollan con personas que forman parte del departamento de orientación. Estos profesionales marcan unas pautas que hay que seguir al pie de la letra. Son muchos los departamentos que se ven desbordados y desprotegidos por una dirección que solo fomenta los altos rendimientos en sus aulas y que se olvida de las necesidades educativas y por ende de la diversidad. Según la asociación de TDAH y FEAADAH (Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad) han denunciado la desigualdad que padecen los alumnos tanto de Ceuta como de Melilla. Todo apunta a que estos alumnos con necesidades específicas se dejan en manos del profesorado ya que las dos ciudades autónomas y se rigen por una orden del año 2010 y no por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) del año 2013 que recoge a los estudiantes con TDAH como alumnos/as ACNEAE (Alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo). Todo esto ocasiona discriminación y desigualdad en las aulas. Ceuta y Melilla no han regulado a este alumnado, mientras que el resto de comunidades autónomas sí lo ha hecho. Algo inaudito para estas dos ciudades que dependen del Ministerio de Educación.