Julián Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta, ha hecho un breve balance sobre los principales aciertos y errores que se han tenido gestionando la pandemia a lo largo de este año
El jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta, Julián Domínguez, ha intervenido telemáticamente en el programa Conecta2 de RTVCE este lunes, 15 de marzo, para hacer un breve balance sobre los principales aciertos y errores que ha tenido la gestión de la pandemia, cuando se cumple un año del primer estado de alarma en España.
En clave local, Domínguez ha destacado que Ceuta tuvo «algunos grandes aciertos» que incluso fueron replicados posteriormente a nivel nacional. «Pongo un ejemplo: el aislamiento domiciliario no lo recomendaba el Ministerio de Sanidad, recomendaba un aislamiento hospitalario. Nosotros decidimos que no porque creíamos que era un error y ese error lo reconoció luego el Ministerio«, ha asegurado Domínguez.
Otro de los tantos que, en opinión del epidemiólogo, puede apuntarse INGESA, que fue la autoridad competente durante los primeros meses, es la apuesta por la implementación de los test de antígenos. «Nosotros apostamos por los test de antígenos cuando nadie entonces daba un duro por esta prueba visto el fiasco que tuvimos con los test de anticuerpos rápidos, que fueron un desastre. Pero, como no era la misma tecnología, teníamos claro que la decisión ahí iba a ser positiva», ha señalado.
No obstante, para Domínguez también se han cometido errores «muy grandes» durante la gestión de la pandemia entre los que destaca la tardanza en la toma de decisiones o el «caos de datos«. En este sentido, el jefe de Medicina Preventiva del Universitario, ha recordado que INGESA, en febrero de 2020, ya tenía preparados y habilitados «circuitos de ‘limpio y sucio’» dentro del hospital y, también, ha lamentado que, a día de hoy, Ceuta sigue sin disponer de una aplicación «que nos permita saber a tiempo real qué porcentaje de varones o mujeres tenemos entre los afectados. Tenemos que hacerlo manualmente y habilitar personas que metan los datos, es increíble que en pleno siglo XXI estemos así».
Finalmente, Domínguez se ha referido a la flexibilización de las restricciones que han funcionado en base al calendario y no a los datos estrictamente epidemiológicos:
«El tema de las navidades o el ocio nocturno en verano. Fue terrible ver que se nos venía encima una segunda ola tremendamente elevada que llegó a su cénit a mitad de noviembre y estaba claro que eso iba a ser así. Las autoridades no eran capaz de tomar decisiones y se limitaban a esperar. Parece que hasta que no están las cosas muy mal ningún político se atreve a tomar decisiones, salvo en países muy específicos como en Nueva Zelanda o Australia. Esto no debería volver a pasar y, sin embargo, todavía estamos pensando en salvar el verano, salvar la Semana Santa, lo que tenemos es que salvar vidas y no periodos de tiempo«, ha concluido.