Según datos del Ministerio, las donaciones de sangre en 2019 se situaron en 1.154.196, mientras que en 2018 superaban el 1.600.000. Esto supone una caída de medio millón de donaciones de un año a otro.
España, que tiene tradición de ser uno de los países que encabezan los top 5 o top 10 de donantes de sangre, ha sufrido un revés importante en cuanto al número de donaciones de sangre en 2019. Las cifras hablan por sí solas. En los diez años anteriores a 2019, aunque se venía notando un ligero y paulatino descenso, nunca se había bajado la barrera de más 1.500.000 de donaciones. En 2018 se recogieron 1.685.527 donaciones; en 2017 fueron más de 1.690.000; y en 2016 y 2015 superaban la cifra de 1.705.000.
Sin embargo, tan solo un total de 1.154.196 donaciones de sangre en España durante 2019, lo que supone una caída de más de 500.000 donaciones con respecto al año anterior. Así, las donaciones recogidas en 2019 representan un 4% de los 29 millones de ciudadanos de entre 18 y 65 años. Pero no todo son malas noticias: el 18% (207.423) de estos donantes lo hizo por primera vez, según datos preliminares del Ministerio de Sanidad.
De estas donaciones, un 5% (82.116) fueron mediante aféresis, un tipo de donación en la que se extraen, por separado, sólo aquellos componentes de la sangre que se necesitan, devolviendo el resto al donante por la misma vía de recolección.
Estas donaciones han permitido realizar 1.860.000 transfusiones y se ha atendido a más de 400.000 pacientes.
Pese a la notoria caída con respecto a 2018, Sanidad asegura que estas cifras han sido adecuadas para atender la demanda de la red hospitalaria y que España sigue siendo autosuficiente en componentes sanguíneos destinados a transfusión desde hace tres décadas, y se ha alcanzado un excelente nivel de calidad y seguridad.