El máximo responsable de Autoridad Portuaria en Ceuta, Juan Manuel Doncel, habló en la tarde de ayer sobre los disturbios provocados por menores migrantes el pasado jueves 7 de marzo. También comentó la reunión que mantuvo durante la mañana del viernes, 8 de marzo, con Delegación del Gobierno.
Doncel asegura que la situación en el la zona del Puerto y alrededores es ya insostenible y de urgencia extrema. Entiende que se necesitan muchos más efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil controlando las «zonas sensibles» del Puerto. Sobretodo, la actividad de los migrantes se concentra en el Muelle de Poniente. Aunque la Policía Portuaria cuenta con 25 agentes en plantilla, Doncel ha recordado que entre sus funciones no está la del control de los flujos migratorios y que esta es una competencia de la Administración General del Estado.
Doncel también recurre al «efecto llamada»
El presidente de la Autoridad Portuaria ha asegurado que estos incidentes que se vienen generando en el Puerto ponen en riesgo el atractivo que pueda tener el Puerto de Ceuta para cualquier empresa que ya se encuentra establecida allí o que se planteé hacerlo en un futuro. Además ha expuesto cuál es para él la causa de este aumento de la presión migratoria: el efecto llamada. Un argumento que empieza a estar ya algo manido y que por sí solo difícilmente puede explicar un fenómeno multicausal como el flujo de menores migrantes en su mayoría originarios de Tánger, Tetuán o Castillejos hacia España.
Juan Manuel Doncel ha comentado también que debido al aumento progresivo del número de migrantes que se instalan en la zona del Puerto para intentar pasar como polizontes a la Península, las soluciones que adopta la Autoridad Portuaria pronto se convierten en insuficientes, puesto que se resuelve algún problema aparece uno nuevo en otro lugar de las instalaciones portuarias.
Por último Doncel ha manifestado que la situación en el puerto es mucho más insostenible que hace un año y que desde que el llegó, hace poco más de un mes, ha visto un clima muy preocupante con altercados de mayor o menor gravedad pero ininterrumpidos.