A poco más de un mes del Congreso Nacional del Partido Popular, previsto para los días 4, 5 y 6 de julio en IFEMA (Madrid), los vientos de renovación soplan con fuerza en la sede nacional de Génova. Un sondeo publicado por Vozpópuli y elaborado por Hamalgama Métrica revela que tres de cada cuatro votantes del PP (73,1%) desean una renovación en la dirección del partido. Un mensaje claro para Alberto Núñez Feijóo, que afronta una etapa decisiva de su liderazgo.
Pero el descontento no se limita al electorado popular. Una mayoría del 55,7% de los españoles también considera que Feijóo debería aprovechar la cita orgánica para introducir cambios profundos en su equipo, en un intento por relanzar su proyecto político tras un periodo de desgaste y creciente presión interna.
El Congreso, punto de inflexión
Será el primer Congreso Nacional ordinario desde 2017, y también el primero en el que no se plantea un relevo en la presidencia del partido, sino una reestructuración estratégica de cara al nuevo ciclo electoral, que arranca con las elecciones autonómicas de Castilla y León en primavera. Feijóo, que asumió las riendas del PP en abril de 2022, buscará reforzar su liderazgo sin romper los equilibrios internos del partido.
En las filas populares se da por hecho que habrá cambios. “Todos estamos en situación de interinidad hasta el Congreso”, reconocía un dirigente popular. Aunque no se prevé una “escabechina”, muchos dan por hecho un baile de sillas en la dirección nacional, condicionado tanto por la presión de las bases como por la necesidad de perfilar un equipo más cohesionado y eficaz.
Las quinielas apuntan a cambios clave
Uno de los nombres que más suena para protagonizar esta renovación es el de Miguel Tellado, actual portavoz en el Congreso y hombre de máxima confianza de Feijóo. Su nombre aparece con fuerza como posible relevo de Cuca Gamarra en la secretaría general del partido, un cambio que algunos sectores ven con recelo debido al estilo más combativo de Tellado y al riesgo de que el movimiento se perciba como una desautorización a la actual número dos.
De confirmarse este movimiento, se abriría otro frente en el Congreso de los Diputados, ya que Feijóo confía en Tellado para mantener el control de la bancada popular en la Cámara Baja. Una posible sustituta en ese caso sería Ester Muñoz, que ha ganado peso en el partido y cuenta con el respaldo del núcleo gallego.
Por otro lado, se da por segura la salida de Esteban González Pons de sus responsabilidades orgánicas, tras asumir la jefatura de la delegación española en el Parlamento Europeo, en sustitución de Dolors Montserrat. Esta vacante se perfila como una de las llaves para incorporar nuevos perfiles a la dirección nacional.
Entre centristas y liberales: el debate ideológico
Mientras se dibujan posibles cambios en la estructura del partido, el debate ideológico también agita al PP. La reciente propuesta de Feijóo para subvencionar productos sin gluten a personas celíacas ha desatado tensiones entre los sectores más liberales y los centristas, que discrepan sobre el papel que debe jugar el Estado en materia de subsidios y ayudas sociales.
Esta medida ha sido interpretada por algunos como un intento del líder popular de ensanchar el electorado hacia el centro político y marcar distancias con Vox, pero también ha generado incomodidad entre quienes abogan por una ortodoxia económica más liberal.
Un estilo propio… con críticas internas
Feijóo mantiene su estilo discreto y poco dado a filtrar nombres antes de tomar decisiones. “No los diré ni al cuello de la camisa”, bromeó recientemente. Sin embargo, ya se están moviendo fichas entre las baronías regionales para posicionar a sus favoritos en el nuevo organigrama.
Desde que asumió el liderazgo, Feijóo ha optado más por sumar que por excluir. Solo ha acometido una remodelación relevante, con la salida de Carmen Navarro, que fue destinada a la Mesa del Congreso. Esta política integradora ha evitado rupturas, pero también ha generado críticas por la falta de perfiles potentes en torno al presidente del partido.
De hecho, algunos dirigentes critican la excesiva concentración de poder y presencia en la dirección, lo que dificulta la proyección de nuevos liderazgos y contrasta con las estructuras más compactas que tuvieron en su día José María Aznar o Mariano Rajoy, quienes gobernaron con equipos muy reducidos pero altamente visibles y eficaces.
“Estese atento”: la presión desde la grada
La tensión interna se trasladó incluso a un acto público en Las Ventas, cuando un asistente pidió a Feijóo “ser más duro con Sánchez”. La respuesta del líder popular fue seca pero reveladora: “Estese atento”. Una muestra de que el propio Feijóo es consciente de la presión creciente para adoptar un tono más firme frente al Gobierno.
Con el Congreso de julio a la vuelta de la esquina, el presidente del PP se enfrenta a un momento clave: renovar sin fracturar, reforzar su liderazgo sin excluir y articular un proyecto atractivo de cara a las próximas elecciones. Los votantes ya han hablado. Ahora, le toca mover ficha.
