Hace a penas unas horas, las pruebas de ADN han confirmado que el cuerpo encontrado era el de Vanesa Martin. La familia de Vanesa ha confirmado a este diario que los peores presagios se confirman y que ahora podrán enterrar, velar y llorar a su hermana.
Familiares, Policía Nacional y Protección Civil pusieron en marcha el dispositivo de búsqueda 6 días después de su desaparición, cuando salió de casa a comprar leche para su bebé y no volvió. Pese a que nadie, hasta hoy, había asegurado que el cuerpo hallado era el de Vanesa, la familia se tuvo que enfrentar a las suposiciones y miles de comentarios en los que se decía que la prótesis coincidía.
Los peores presagios se confirman
El cuerpo fue hallado medio calcinado por un transeúnte a las cinco de la tarde del día 13 de febrero. Al cabo de varias horas de trabajo y de recogida de muestras en el lugar, la policía científica levantaba el cuerpo para trasladarlo para hacer la autopsia. Sobre las 20:30h. de aquel día Policía Nacional confirmaba que el cuerpo hallado era el de una mujer.
Vanesa tenía 38 años y era vecina de la barriada Juan XXIII. Tenía 3 hijos y la familia no tiene ningún indicio de qué puede haber pasado. Son muchas las hipótesis que se barajan, incluida la de que pudo ser un accidente mientras Vanesa dormía con una pequeña hoguera encendida, en el lugar donde fue encontrado su cuerpo.
La familia pide respeto
Han sido unas semanas terribles para la familia de Vanesa, han sentido soledad, desesperación y un desamparo enorme por parte de las autoridades. Hoy por fin pueden velar y llorar a su hermana, madre e hija.
Fuentes de la familia nos ha confirmado desde el propio juzgado que era ella. Están a la espera de que le entreguen unos papeles a la funeraria para trasladar el cuerpo de Vanesa al tanatorio.
Al saber que pasó en realidad. Si se ubiera quedado en su casa nada ubiera pasado
No me lo puedo creer ella puede ir dnd quiera nadie tiene derecho de hacer daño tu no saldrás nunca de tu casa ya no podemos ni salir por unos mal nacidos sois unos sinvergüenza