Las otras dos aspirantes eran el aguilucho cenizo, que ha conseguido el segundo lugar con el 34,29% de los votos (3.044, y el alcaudón común, que con el 27,76 % (2.464 votos) ha quedado en tercera posición
Las tres especies que han sido candidatas para ser Ave del Año de SEO/BirdLife en 2022 están asociadas a medios agrarios y presentan un alarmante declive en sus poblaciones, como se ha constatado en el recién publicado Libro Rojo de las Aves de España. Tras un proceso de votación popular, a través de la web de la organización, ha resultado elegida el alzacola rojizo para protagonizar esta campaña anual de la organización conservacionista. Se trata de una especie migratoria muy ligada a viñedos, olivares y frutales de secano y que se encuentra en peligro en España.
En la votación han participado 8.876 personas y la especie ganadora ha resultado ser el alzacola rojizo con el 37,95% de los votos (3.368). Las otras dos aspirantes eran el aguilucho cenizo, que ha conseguido el segundo lugar con el 34,29% de los votos (3.044), y el alcaudón común, que con el 27,76% (2.464 votos) ha quedado en tercera posición.
Las tres especies presentan una importante disminución en sus poblaciones debido principalmente a la pérdida de elementos naturales en el paisaje agrario, el uso generalizado de plaguicidas y las cosechas más tempranas.
Estado del alzacola rojizo en España
Según el último censo nacional de alzacola rojizo, realizado por SEO/BirdLife en 2020 en colaboración con el Grupo de Trabajo Nacional del Alzacola Rojizo y la Universidad de Alicante, la especie muestra un gran declive y confirma su gravísimo estado de conservación.
La especie está muy ligada al viñedo tradicional y en menor medida al olivar tradicional, y su población estaría integrada por unos 17.334 (10.991-27.733) individuos, de los cuales Andalucía occidental acoge al 71% y Extremadura al 27% y otras pequeñas poblaciones en Almería (145 machos), Murcia (136 machos) y Alicante (14 machos).
Los resultados por regiones muestran una reducción de la población de alzacola rojizo entre el 86%, en la región oeste (Badajoz), y el 98%, en la región este (Alicante y Murcia). Mientras que la reducción para el conjunto de España es del 94,8%. Estos resultados implican que el alzacola cumple criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como para estar catalogado En Peligro, y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas para la categoría de En Peligro de Extinción.
Principales amenazas
La amenaza que afecta de forma más general a las poblaciones de alzacola en España está relacionada con la intensificación de los cultivos, que implica el cambio de secano a regadío, mayor uso de productos fitosanitarios, labores más mecanizadas y frecuentes, y reducción de la cobertura de herbáceas.
Además, la concentración parcelaria conlleva la pérdida del mosaico tradicional de cultivos y una homogeneización del paisaje con reducción de lindes y de vegetación arvense.
En el olivar, la intensificación implica una densificación del marco de plantación, y en el caso del olivar superintensivo la plantación en seto y la mecanización de todas las labores agrícolas. Igualmente, la eliminación habitual de las cubiertas vegetales que crecen entre las hileras de los pies de olivos o viñas deja el suelo completamente desnudo, eliminando recursos tróficos y de refugio.
Por otro lado, la sustitución de cultivos tradicionales por cultivos intensivos de hortalizas o cultivos en invernaderos o bajo plástico, que se ha producido especialmente en Huelva, Almería, Murcia y Alicante, elimina completamente el hábitat usado por el alzacola rojizo. Además, están extendiéndose cultivos emergentes que desplazan a los tradicionales y no son adecuados como hábitats, siendo el caso de los pistachos y almendros en Badajoz que sustituyen a viñedos y olivares. Todos estos procesos disminuyen la disponibilidad de lugares de nidificación y contribuyen a la disminución de los artrópodos de los que se alimenta la especie, especialmente presas grandes como orugas y ortópteros.
El abandono de cultivos que han dejado de ser rentables, como viñedos o cítricos, también puede resultar negativo para el alzacola, si la vegetación que los sustituye no resulta ser un hábitat adecuado.