Según el Estudio Internacional sobre Competencia Digital (ICILS), los estudiantes españoles de segundo de ESO han demostrado un rendimiento superior en competencias digitales en comparación con la media de la Unión Europea. Con una puntuación media de 495, España se sitúa dos puntos por encima de la media europea de 493 y significativamente por encima del promedio de los países participantes, que es de 476.
Este logro se debe en parte a factores como una buena conexión a internet y la disponibilidad de ordenadores en el hogar. Tener dos ordenadores en casa está asociado a un incremento de 32 puntos en el rendimiento, mientras que una conexión de calidad aporta una diferencia de 22 puntos.
Además, el estudio destaca que las diferencias socioeconómicas, de origen y de género son menos pronunciadas en España que en otros países europeos, lo que indica una mayor equidad en el sistema educativo español. Las chicas, por ejemplo, obtienen un rendimiento 19 puntos superior al de los chicos.
El informe también analiza cómo los estudiantes interactúan con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En España, el índice de aprendizaje sobre el uso seguro y responsable de las TIC es de 50,1 puntos, superando el promedio de la UE de 49,3 puntos.
En cuanto a los límites parentales, un 58% de los estudiantes españoles tienen restricciones en el uso de pantallas durante los días lectivos, frente al 41% en la UE. Durante los días no lectivos, estos porcentajes disminuyen al 32% y 25%, respectivamente.
Es importante mencionar que los alumnos evaluados cursaron sus estudios bajo los currículos de la LOMCE, antes de la implementación de la nueva Ley de Educación que enfatiza la competencia digital. Esta ley ha introducido materias específicas y programas como Código Escuela 4.0 para fomentar el pensamiento computacional y la programación.
El estudio ICILS, realizado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), ha contado con la participación de más de 11.500 estudiantes españoles de 508 centros escolares. Este análisis evalúa la capacidad de los estudiantes para utilizar ordenadores en la investigación, creación y comunicación en diversos contextos.