Concretamente son 2.835 familias las que desde marzo hasta octubre han tenido que acudir al Banco de Alimentos para poder llevar un plato a su mesa. Una media de 60 familias por semana que reciben las bolsas de esta ONG, que actualmente se encuentra realizando su «Gran Recogida 2020» de cara a la Navidad
En 2008 explota la burbuja inmobiliaria española y llega una gran crisis financiera a nuestro país. Muchas negocios se arruinan, muchas personas pierden sus empleos, sus ahorros e incluso sus casas. El perfil de las personas que necesitan de la ayuda de los Bancos de Alimentos para poder vivir es el de personas de edad avanzada, que han perdido todo por culpa de la crisis, que se han quedado sin nada.
La actividad en estos Bancos de Alimentos ese año aumenta y no es hasta 2016 cuando se empieza a “ver la luz”, cuando muchas de estas personas que necesitaban los alimentos que allí les proporcionaban comienzan a encontrar trabajo y los números disminuyen. Todo parece ir bien, hasta 2020.
Marzo de 2020. Llega el coronavirus y con él una de las mayores crisis por las que ha atravesado el mundo. Crisis sanitaria y económica, con confinamiento incluido y constantes cierres de negocios. El perfil de quien necesita la ayuda del Banco de Alimentos vuelve a dar un giro. Ahora son, en su mayoría, matrimonios jóvenes con hijos y muchas veces con trabajo, pero sin dinero. “Ellos mismos se echan las manos a la cabeza de tener que venir a pedir alimentos para poder dar sustento a sus hijos”, explica a El Foro de Ceuta Pedro Mariscal, el presidente del Banco de Alimentos de Ceuta y la Federación de Bancos de Alimentos de Andalucía.
“En la vida se podía imaginar las personas que está habiendo aquí”, nos cuenta, mientras hay una varias personas esperando a las puertas del Banco de Alimentos, que todos los jueves de 17:00 a 19:00 reparte comida a familias necesitadas y que está trabajando “más fuerte, más potente y más rápido” desde que esta pandemia llegó a Ceuta, apunta Mariscal.
Los ERTEs y las ayudas del Gobierno, tanto central como local, no han sido suficiente, ha habido deficiencias y eso solo se traduce en una cosa: pobreza. En Ceuta actualmente hay miles de familias que necesitan ayuda para comer y este, en muchas ocasiones, es una responsabilidad que recae en el Banco de Alimentos y en las donaciones que las diferentes entidades, empresas y particulares decidan hacerle a esta Asociación. “Nosotros somos autónomos, independientes, apolíticos y aconfesionales. No dependemos de nadie. Para comprar comida el Banco de Alimentos no recibe ni un euro”, aclara su presidente, Pedro Mariscal, que nos explica, “tenemos una subvención, como todas las asociaciones, que es para el mantenimiento de las instalaciones. Es para lo único que tenemos dinero, el resto lo generamos nosotros”.
Si hablamos de cifras, según los datos aportados por el Banco de Alimentos, desde marzo hasta octubre la asociación ha atendido a 2.835 familias a través de la Ciudad Autónoma, lo que se traduce en 1.865.000 euros, mientras que su subvención es de 100.000 €, que se invierten en “tener las instalaciones bien, pagar el alquiler, poner a punto la maquinaria…” insiste Mariscal.
“Nos dedicamos a esto altruistamente y vamos con nuestros conocidos, nuestras amistades, nuestros contactos… y conseguimos esto que ves aquí”, nos dice Pedro Mariscal, con una sonrisa en la cara mirando el almacén del Banco de Alimentos, repleto de comida que a través de donaciones pueden ir consiguiendo para atender a los ceutíes que más lo necesitan.
Un total de 16 personas trabajan en la ONG, de las cuales únicamente 5 son asalariadas, el resto son voluntarias. También colaboran con el Banco de Alimentos Kadhija y Houda, dos residentes del CETI desde hace cuatro meses. “Eran cuatro los que trabajaban con nosotros, pero dos de ellos han conseguido marcharse a la Península”, nos cuenta Mariscal.
Mientras estamos en el Banco de Alimentos, durante el reparto de comida, el patio de la asociación se convierte en un ir y venir de voluntarios cargados de bolsas que reparten a las familias. Unas 60 familias de media son las que atiende semanalmente el Banco de Alimentos, a las que se entregan las bolsas blancas o bolsas rosas, dependiendo del número de personas con las que cuente la unidad familiar, en las que hay legumbres, pasta, aceite, tomate conservas, leche y, siempre que es posible, algunos productos frescos. Esta semana por ejemplo ha tocado yogurt y leche. “Lo pasamos mal, vienen personas en paro, con niños, mujeres embarazadas… son personas con situaciones difíciles”, nos cuenta Sabrina, una de las voluntarias del Banco de Alimentos.
El trabajar directamente con las familias es algo que se lleva haciendo poco tiempo, desde la pandemia. “Cuando empieza la pandemia ninguna asociación aguanta el ritmo y tiene alimentos para poder abastecer a tantas personas nuevas”, apunta el presidente del Banco de Alimentos, que trabaja con las familias con necesidades que les deriva la Consejería de Servicios Sociales, la encargada de evaluar cada familia y sus necesidades. “Estas nuevas personas hay que evaluarlas, saber si les corresponde o no la comida… todo eso lleva un tiempo y en ese tiempo hay hambre y para eso estamos en el Banco de Alimentos, para que no pase hambre nadie”, nos dice Mariscal que también hace referencia a la picaresca de algunos “nos pueden engañar dos personas pero si de dos personas que te engañan ayudas a cien pues… que me engañen”, explica.
Desde el Banco de Alimentos también se colabora con 16 asociaciones ceutíes entre las que figuran, por ejemplo, Luna Blanca, Cáritas, Mujeres Anónimas, la Asociación de Vecinos de Benzú, Digmun o Septem Solidaria, entre otras. También apoyan a Cruz Blanca en lo que pueden.
Al principio del confinamiento, con el cierre de los colegios, también se atendió lo correspondiente a los comedores escolares. Un total de 800 niños que pudieron alimentarse gracias al Banco de Alimentos, que realizó este trabajo grautitamente para la Ciudad. Coste cero para Ceuta. Situación muy distante a la que se vive en otras Comunidades, como Andalucía ya que, tal y como nos cuenta Mariscal, se han aprobado tres millones de euros para los Bancos de Alimentos Andaluces en los presupuestos del año que viene. “Aquí en Ceuta esto no ha pasado nunca”, contesta el presidente de la asociación ceutí ante la pregunta sobre si aquí se ha aportado ayuda desde la administración en algún momento para algo más que poder mantener la nave, la maquinaria y los pocos voluntarios que cobran un sueldo. Ni siquiera en tiempos de pandemia la Ciudad ha facilitado la alimentación a los ceutíes más necesitados, que son muchos.
No obstante el Banco de Alimentos sigue trabajando para poder atender a las familias y asociaciones con las que trabaja, que han aumentado notablemente durante esta época tan difícil que se vive en la actualidad y las empresas y particulares, sin las que no podría llevar a cabo su actividad, siguen donando alimentos y dinero a través de las campañas que se llevan a cabo, como la que se está desarrollando en la actualidad, la ‘Gran Recogida de Alimentos 2020’.
Gran Recogida de Alimentos
Actualmente el Banco de Alimentos está llevando a cabo su «Gran Recogida 2020«, una recogida de comida que se lleva a cabo todos los años pero que este, debido a la pandemia, está siendo muy diferente. Dado que es imposible que los más de 300 voluntarios que colaboran con la ONG durante esta campaña y que asisten a los diferentes supermercados de la ciudad para recoger las donaciones este año no pueden acudir debido a la situación sanitaria, la recogida se está haciendo online.
¿Cómo se lleva a cabo una recogida online? Pues gracias a las nuevas tecnologías. Gracias a Bizum. Esta nueva forma de donar dinero permite que sea el propio Banco de Almientos el encargado de realizar las compras de comida correspondientes, evitando los traslados de las personas donantes.
Para conseguir la «máxima transparencia», el Banco de Alimentos ha vinculado el Bizum a su organización a través de un código, concretamente el 01297, por el que se realizan automáticamente las donaciones y se puede comprobar que las ha recibido el Banco de Alimentos.
Para los que no sean muy amigos de las tecnologías también es posible realizar las donaciones en la caja de los supermercados de Ceuta.
Desde el Banco de Alimentos han hecho un llamamiento a la solidaridad de los ceutíes para que participen en esta recogida que, en principio, estaba prevista del 16 al 22 de noviembre pero que, dada la necesidad, se ha ampliado hasta el próximo 6 de diciembre.