Se dice que no hay que hacer leña del árbol caído.
Aunque puede que no estemos hablando de un árbol, más bien, de todo un bosque.
Ahora bien, que se esté, por enésima vez, utilizando hasta la caja tonta, con esa alta definición que hasta nubla el entendimiento, para hacer comulgar con ruedas de molinos.
Que la sede judicial determine el alcance de todas las responsabilidades, el grado y grados, de cada cual, en el reparto, la gestión, administración, y demás detalles de los requisitos establecidos.
Existirá la presunción de inocencia. Pero, también, la presunción de culpabilidad.
Hablamos de vidas, literalmente. Ese es el único escenario.
No hablamos de hacer desaparecer unas mascarillas, que también, y que, o eran volaores de la Almadraba, o la policía de Ceuta no sólo está necesitando de los servicios leales de los nuevos perros.
Está, asimismo, a falta de la incorporación de un espía que, trasladado de la atención sanitaria primaria, para coger cita previa, se ponga manos a la obra, provisto de una lupa bonita y grande, bien grande.
Cita previa que, de hecho, al menos, por esa vía, no te cogen el teléfono ni después de horas de intentos fallidos y frustrantes.
Como digo y repito. Uno de esos agentes, conjuntamente con los perros, que no se casan con nadie, digan dónde coño fueron a parar las susodichas mascarillas.
Qué fueron más de una. Porque de haber sido dedos de las manos, en fin.
Pero, qué manía la de posicionarse contra corriente del sentir de los 5 sentidos, como queriendo quitar hierro, falsa complicidad, con tema delicado grave, que a ley estará en su justa altura del poder judicial.
Qué falta de hacer o realizar ejercicio de autocrítica. Todo estuvo en un correcto proceder.
Menos mal. Australia y el tenis.
Que el derecho no sea una visión subjetiva de los ambientes de la calle, que resulte de los hechos probados, y que las consecuencias, sean tangibles.
De que la figura no estaba contemplada; de prescripciones legales; de escudos de aforados; de inviolabilidad de antes y después; de insolvencias de los poderosos; es pasado; ocurrió con dineros destinados a los parados gente propicia para echar tierra; es dinero negro, pero lo lavamos con la famosa y socorrida lavadora de la corrupción, y queda limpio de rastro sucio.
Con total garantía de Omo o Tide, detergentes de toda la vida, de época. El COLON es actualizado ante la acumulación de ropas sucias, que no dan abastos, pese al consumo elevado de agua y luz (es lo bueno que supone el ahorro con tantos apagones, que los ceutíes ya estamos acostumbrados a ver a oscuras lo positivo). Ceuta y los humos que ya no son sólo del Vaticano. No Habemus Papam, en la pequeña reserva africana.
Con el jefe de la rica crema catalana esperando su muerte natural, como un mortal más.
Nadie paga, nadie devuelve nada.
Determinados partidos, algunos sindicatos, deberían ser castigados con su desaparición del mapa político, ante los escándalos, que claman contra las colas del hambre.
Con tal desarrollo, llegamos a un cambio de siglas, ¿es la solución?
Mismos perros con distintos collares. Entiendo que lo que viene fallando de manera estrepitosa, son los mecanismos de control. Se reciben dineros públicos según la representación, pero… se pone al zorro a guardar las gallinas.
Si no es mucho esfuerzo la espera, que será gratis, pero tampoco conviene abusar.
He acudido a una ferretería al objeto de comprar un hacha para cortar leña. Dar utilización a los restos. Reciclar que tan de moda está. Antes, nadie había oído hablar de las 3R. Lo que nos están enseñando los listillos sapiens.
Sin prisas, la chimenea va a tener combustible, materia prima, para rato.
Afortunadamente, si vuelve a visitar Ceuta, ojalá que se quede en su casa, aunque nos amenazan sus amistades peligrosas) doña Filomena, el frío sea menor, más llevadero, con las humedades de huesos del clima, malo para la salud, que tenemos en Ceuta.
Algún aprovechamiento tenía que resultar de tanto desaguisado, de tanta falta de decencia.
Ahora y final, ¿pero, dónde guardo la leña sin que me la prendan fuego de noche? A los de la posada, visto lo visto, es que ni se me ocurre preguntar.
Está Ceuta a lo París. Que arde.