La sombra de los Bulaich Baessa o Bulaix García Valiño, según consten en el Registro Civil de Marruecos o de España, es cada vez más alargada.
No sólo se han apropiado de la Cámara de Comercio de Ceuta, sino que también aspiran a poder imponer su voluntad en el Partido Popular y por ende en el próximo gobierno de la ciudad. No en vano han aupado a una familiar muy conocida para poder formar parte de la lista que los de
Ainara presenten para las próximas elecciones locales en Ceuta. No se conforman con manejar a su antojo a un grupo importante de medios digitales, sino que también aspiran a controlar a los demás medios de Ceuta desde el gobierno autonómico.
No sé qué pensarán los demás editores, pero desde luego no es nada bueno que un miembro del “clan de las mulas” pueda tener poder directo sobre las decisiones estratégicas que les puedan interesar a los Fuad, Karím y Compañía.
Desde el punto de vista de algunos importantes simpatizantes del Partido Popular, la OPA lanzada por los Bulaix contra la lista de Vivas puede ser un nuevo Caballo de Troya, que termine por desestabilizar el futuro al gobierno local o, lo que es peor, obligarle a tener que comulgar con ruedas de molino.
Sin embargo, lo que trasciende en toda esta historia de la ambición más desmedida es que en el binomio de los hermanos Bulaix García Valiño, el que sale en las fotos es Karim, pero el que maniobra en la sombra es Fuad. Todo atado y bien atado para que la dinastía de los García Valiño siga perpetuando su poder en nuestra ciudad.
El rumor cada vez más insistente del posible entronamiento de la actual pareja de Fuad, que ya se presentó hace unos meses como la responsable de prensa del PP, y su ascenso a figurar muy bien posicionada en la candidatura de los populares para la Asamblea de Ceuta, ha caído como un jarro de agua fría entre muchos afiliados, que no comprenden como se puede subordinar un puesto tan importante a los posibles intereses empresariales de una familia sobre la que recae una seria sombre de sospecha de graves irregularidades, a pesar de que desde la consejería que dirige Kissy Chandiramani se les haya dado un apoyo sin parangón en los anales de la reciente historia ceutí.
¿Qué puede salir de esa alianza Chandiramani-Bulaix en los próximos meses? Lo veremos muy pronto y nos tememos que nada bueno, como ya se barrunta entre algunos empresarios ceutíes, que dieron su apoyo en las últimas elecciones a la presidencia de la Confederación de Empresarios a la candidata Arancha Campos, para evitar que los Bulaix García Valiño coparan todo el poder representativo de los comerciantes.