Ana Lepe es la creadora de una terapia para trabajar con víctimas de violencia de género, a través de la que las usuarias «tratan» a perros que han sido maltratados, para ayudarlos a recuperar la confianza en el ser humano. La innovadora terapia ha sido todo un éxito y ha conseguido con creces sus objetivos. «Te lo cuentan todo antes, entonces ya tu puedes acceder a esa dificultad y trabajarla antes», explica su creadora, que ha recibido varias ofertas para que el proyecto, que se ha llevado a cabo en Jerez, se haga en otros lugares de España. Ceuta podría ser uno de estos lugares
“Lo que yo he conseguido en una terapia convencional en tres meses, aquí lo he conseguido en ocho sesiones. La velocidad es mucho más grande”, así valora Ana Lepe los resultados de su terapia con perros maltratados para víctimas de violencia de género, que tiene como objetivo mejorar la autoestima de las usuarias, así como ayudar a superar la ansiedad y depresión que sufren tras haber sido víctimas de malos tratos.
Se trata de una terapia bilateral, en la que mujeres víctimas de violencia de género trabajan con perros que han sido maltratados, ayudando a los animales a recuperar la confianza en los seres humanos, algo que además ayuda notablemente a las usuarias, que han conseguido mejorar su autoestima y confianza en sí mismas. “Se nota muchísimo en la autoestima”, ha confirmado a El Foro de Ceuta Ayrin, una de las usuarias de la terapia.
“Desde los 16 años he ido de terapia en terapia y, sinceramente, ninguna me ha llenado como esta porque yo soy una persona que me encantan los animales. Eso de que un animal que no confíe en nadie, te de la oportunidad de que ese animal confíe en ti y tal…. Al final tu estás ayudando al animal y el animal está ayudándote a ti porque te sube el ánimo”, explica Ayrin, que afirma además que a raíz de esta actividad, las usuarias han creado un gran vínculo, tanto entre ellas como con los animales a los que han tratado “Es además una terapia en la que nos hemos unido todas, hemos hecho mucha amistad con los perros”, nos cuenta.
Esto se debe a que el perro es un facilitador social de la comunicación. “Yo lo llamo el efecto parque canino”, explica la creadora de la terapia sobre esta forma novedosa de trabajar, que consigue que las usuarias compartan sus sentimientos de una manera más fácil. “Hace que estés en un ambiente más relajado, mas casual, que te hace conversar más abiertamente, así salen mucho mejor las dificultades. Te lo cuentan todo antes, entonces ya tu puedes acceder a esa dificultad y trabajarla antes. A lo mejor hubieras tardado tres sesiones más en que te contaran algo que con un perro te cuentan el primer día”, explica Ana Lepe.
Un TFG hecho realidad
La iniciativa surgió como un Trabajo de Fin de Grado. Hace seis años, cuando su propulsora se encontraba en el último año del Grado de Terapia Ocupacional que cursaba, decidió poner en marcha este proyecto para poner fin a sus estudios y acabó convirtiéndolo en una realidad que se llevó a cabo en Madrid, en la protectora ‘Salvando Peludos’, con la colaboración de la Dirección General de la Mujer en Madrid.
“Cuando empecé, lo hice como un trabajo pero lo llevé a cabo. Me fui a la Dirección General de la Mujer, con esta ayuda contraté a una psicóloga para que supervisara el proyecto y se hizo con cinco mujeres allí”, cuenta Ana.
Tras un parón en la actividad, fue hace unos meses cuando la asociación ‘Tamaide’, con sedes en Cádiz y Canarias, se puso en contacto con Ana para llevar a cabo unos talleres de violencia de género y, al ver este proyecto, le pidieron que lo realizara en su asociación.
En colaboración con la protectora ‘No me abandones’, Ana Lepe a través de ‘Tamaide’ ha llevado a cabo el proyecto durante cuatro semanas en Jerez. Un total de ocho mujeres, todas ellas víctimas de violencia de género, han trabajado en ocho sesiones con cuatro perros, una por persona ya que las usuarias se dividían en dos grupos para reducir los aforos. “Los dos grupos no se cruzaban, durante la terapia era una mujer por perro”, puntualiza la encargada del proyecto.
Pese a los buenos resultados de la iniciativa, que han llegado incluso a sorprender a su creadora, que afirma “no haber visto” la impaciencia de las mujeres por volver a terapia en ningún otro tipo de actividad, se trata de un proyecto puntual.
Ha sido subvencionado por la Dirección General de Violencia de Género de la Junta de Andalucía y, aunque han vuelto a solicitar una nueva subvención para continuar llevando la terapia a cabo, se trata de una actividad con una duración concreta.
De Cádiz al mundo, pasando por Ceuta
La terapia se ha llevado a cabo, desde que fuera ideada, en Madrid y Cádiz, concretamente en Jerez. Debido a los buenos resultados y el éxito obtenido, Ana Lepe ha recibido ya varias peticiones para poder realizar su terapia en otros puntos de la Península.
Actualmente está trabajando para formar terapeutas en Canarias, donde también se va a poner en marcha la iniciativa. “Vamos a formar a especialistas para que realicen el proyecto allí, a personas que ya tengan experiencia trabajando con animales y formarlos en este proyecto”, cuenta Ana.
Además, ha recibido propuestas de otros lugares, entre ellos Madrid y Ceuta, donde una Asociación Feminista se ha interesado por el proyecto, por lo que es probable que, de aquí a un tiempo, se pueda llevar a cabo la terapia en nuestra ciudad.