El Centro de Estudio y Conservación de Fauna Marina de Ceuta (CECAM) ha soltado este miércoles a ‘Irlanda’, una tortuga verde que pesa 140 kilos. La encontró el Servicio Marítimo de la Guardia Civil en la Almadraba, la tortuga estaba enganchada a un palangre y, “si no es por ellos habría muerto”, ha aseverado el presidente del CECAM, Juan Carlos Rivas.
Para realizar la suelta de la tortuga han venido profesionales desde el Oceanográfico de Valencia para ponerle un localizador a ‘Irlanda’, al colocarlo han comprobado que “está llena de huevas”. Además, para devolver al ejemplar al mar han contado con la colaboración del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que ha ofrecido sus embarcaciones para poder realizar la suelta, “ellos han apadrinado esta tortuga y tenemos muy buena relación”, ha destacado Rivas.
‘Irlanda’ ha sido devuelta al mar acompañada por sus padrinos -los GEAS de la Benemérita-, una especie marina que no es típica en la Bahía Sur, una rara avis que tan solo se ha visto cuatro ejemplares desde que está el CECAM en nuestra ciudad -alrededor de 20 años-.
¿Qué son las tortugas verdes?
Su nombre se explica por el color de su grasa subcutánea. La tortuga verde es la más grande de la familia cheloniidae, oscila entre 90 cm y 160 cm, su peso puede variar entre 80 kg y 150 kg. Las tortugas verdes del Mediterráneo suelen ser de menor tamaño respecto a las de origen americano.
Proporcionalmente, la cabeza es bastante más pequeña que su cuerpo, en el caparazón presentan 4 pares de escudos costales, en la cabeza tienen 2 placas prefrontales y una sola uña en cada aleta. La coloración de sus escudos varía de beige a casi negras. El plastrón suele ser amarillo pálido. Las crías de colores más oscuros presentan un reborde blanco en su caparazón y sus aletas. Como ocurre con el resto de tortugas marinas ni su cabeza ni sus extremidades son retráctiles.