El número de personas acogidas en el CETI de Ceuta en todo el 2019 descendió a 1.229, la cifra más baja desde 2010.
En 2019, el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Ceuta dio cobijo a 1.229 personas, la cifra más baja registrada desde 2010, cuando pasaron por el CETI 974 personas. 2020 ha empezado con un censo de población en el CETI de 693 personas, cifra que pese a ser notoriamente más baja que la de 2019, sigue manteniendo la sobrepoblación en el recinto de acogida, cuyas plazas máximas ascienden a 520.
Los años de mayor acogida de personas en el CETI fueron 2016 y 2017, con más de 3.000 personas acogidas cada año. En 2015 y 2014 se superaron los dos millares de personas acogidas y desde 2011 a 2013, las cifras se situaron en torno a las 1.800 personas.
Otro cambio sustancial que presenta el CETI en 2019 es el origen de las personas acogidas. Si en años precedentes el grueso de las personas internas en el Centro respondía a nacionalidades del África subsahariana, el pasado año el 65% de las personas acogidas eran de nacionalidad argelina y el resto (35) de origen subsahariano.
Política migratoria europea y externalización de fronteras
Este descenso en el número de personas acogidas en el CETI, sumado al repunte del uso de las vías marítimas y al cambio de tendencia en el lugar de origen de las personas migrantes, bien puede ser reflejo de la efectividad de las políticas europeas y la externalización de fronteras que llevan implícitas.
Europa ha conseguido, a través de acuerdos como el firmado recientemente con Marruecos, ejercer un control fronterizo más allá de sus fronteras físicas. En concreto, en los países de origen y tránsito de los flujos migratorios.
No en vano, la Unión de Europea acaba de anunciar que en 2019 recibió a un total de 139.000 migrantes que alcanzaron fronteras europeas en situación administrativa irregular, la cifra más baja registrada desde 2013 y una caída del 6% con respecto a 2018.