Una investigación revelada por El Debate sitúa al hijo del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el centro de una trama de blanqueo de comisiones ilegales, según pruebas aportadas por el empresario Víctor de Aldama. El chalet que Víctor Ábalos adquirió con tan solo 24 años, ubicado en La Pobla de Vallbona (Valencia) y valorado en medio millón de euros, figura como domicilio social de dos empresas relacionadas con el blanqueo de estas mordidas.
Las empresas bajo la lupa
Las sociedades External Programmes Consulting SL y Proyectos y Desarrollos Constructivos Especiales SL, ambas vinculadas al hijo del exministro, son señaladas como tapaderas para el blanqueo de capitales. La primera, actualmente domiciliada en el chalet de Víctor Ábalos, ofrece servicios de intermediación entre empresas, gobiernos e instituciones, especialmente en licitaciones públicas internacionales, según documentos en poder de este medio.
La segunda empresa tiene como principal actividad la conservación y mantenimiento de redes de agua y alcantarillado, así como la reparación de infraestructuras viarias. Está registrada en un inmueble en Madrid, propiedad del propio Ábalos y previamente alquilado a su asesor Koldo García. Según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, este alquiler fue en realidad abonado por Aldama, lo que refuerza la conexión entre el entorno del exministro y las operaciones de la trama.
Patrimonio sospechoso y adjudicaciones públicas
El aumento patrimonial del entorno familiar de Ábalos fue el detonante de la operación. Según la UCO, el exasesor Koldo García adquirió inmuebles valorados en 1,5 millones de euros tras la adjudicación de contratos millonarios a la empresa Soluciones de Gestión, que está en el centro de la investigación.
Entre las adquisiciones figura un piso en Benidorm, registrado a nombre de una de las hijas de García, y transferencias realizadas al hermano del exasesor, quien también ocupó cargos en la Administración mientras participaba activamente en la red.
Citación en el Supremo
El Tribunal Supremo ha citado a José Luis Ábalos para declarar como investigado en el caso de comisiones ilegales, conocido como Caso Koldo. El exministro deberá responder a acusaciones como la presunta recepción de mordidas en metálico y en especie, incluyendo un piso en el Paseo de la Castellana valorado en 1,9 millones de euros y transferencias económicas a su entorno personal.
El empresario Víctor de Aldama, figura clave en la trama, y el exasesor Koldo García también han sido llamados a declarar los días 16 y 17 de diciembre, respectivamente. Según la investigación, Aldama habría declarado que Ábalos utilizó su influencia para beneficiar a empresas en contratos públicos, mientras disfrutaba junto a su familia de inmuebles lujosos como un chalet en Sotogrande, supuestamente vinculado a la red investigada.
Un caso con ramificaciones internacionales
La investigación apunta a posibles fondos ocultos en la República Dominicana, presuntamente derivados de mordidas en contratos públicos. Además, las empresas vinculadas a la trama operaban en países latinoamericanos, ampliando el alcance del caso más allá de las fronteras españolas.
Con estas pruebas, el Caso Koldo se posiciona como una de las mayores tramas de corrupción bajo investigación, con el entorno de un exministro en el centro de la tormenta mediática y judicial.