Florentino Pérez, presidente del Real Madrid desde hace más de dos décadas, cumplirá 78 años en marzo de este año. Su legado como arquitecto de la era más exitosa del club está fuera de toda duda, pero las decisiones recientes sugieren que su círculo más cercano ya está tomando medidas para consolidar un control absoluto sobre el club cuando él ya no esté. Entre estas maniobras, destacan el uso estratégico de la Fundación Real Madrid y el adelanto de elecciones presidenciales anunciado este mes de enero para oficializar la privatización del club.
La Fundación Real Madrid: ¿Baluarte Filantrópico o Instrumento de Poder?
La Fundación Real Madrid, creada con el propósito de promover los valores del club y expandir su influencia a través de iniciativas sociales, se ha convertido en un punto de interés estratégico para el círculo de Florentino Pérez. Según fuentes consultadas y datos públicos, la Fundación ha acumulado en los últimos años una estructura que concentra poder en figuras directamente relacionadas con amigos del presidente y su entorno familiar y personal.
Figuras como Javier Monzón, vicepresidente de Indra y antiguo colaborador en proyectos de ACS; José Luis del Valle, abogado y hombre clave en la red de empresas de Florentino; y Eduardo Fernández Gallar, CEO de Inmobiliaria Espacio, son solo algunos de los nombres que ocupan puestos destacados dentro de la Fundación. A ellos se suman perfiles aún más cercanos, como Cristina Pérez-Egido, cuñada de un alto directivo vinculado a ACS. Este esquema sugiere que la Fundación ha sido transformada en una herramienta no solo para gestionar la proyección internacional del club, sino para concentrar el poder en un grupo cerrado de personas.
El vínculo entre la Fundación y el futuro institucional del Real Madrid no es anecdótico. Según los estatutos del club, el presidente tiene competencias para definir aspectos estratégicos que incluyen la relación con la Fundación. Este marco legal, combinado con una estructura cada vez más opaca, facilita un control indirecto y férreo del club más allá del mandato de Florentino:
“Sabemos que Florentino no es eterno; privatizar el club es la única forma de competir en el futuro con los clubs-estado, aunque esto suponga quitarle poder decisorio a los socios y compromisarios”, afirma un trabajador de la Fundación.
El Adelanto Electoral: Una Jugada Calculada
El anuncio del adelanto electoral realizado en enero no parece una decisión fortuita. Con unas elecciones previstas antes de la UEFA, el círculo de Florentino podría consolidar un escenario en el que, bajo una apariencia de legitimidad democrática, se limite la capacidad real de los socios para influir en el futuro del club.
En los últimos años, los requisitos estatutarios para presentar candidaturas presidenciales —como el aval del 15% del presupuesto anual del club o que sólo se acepten avales de bancos españoles (con gran influencia del círculo de ACS) — han hecho prácticamente imposible la competencia real. Este modelo blindado permite perpetuar un sistema que favorece a las élites económicas cercanas al actual presidente.
La Estrategia de Privatización Encubierta
El Real Madrid es una de las pocas grandes instituciones deportivas del mundo que sigue siendo propiedad de sus socios, un modelo que garantiza su carácter democrático.
Sin embargo, las recientes decisiones estratégicas parecen encaminadas a finalizar este modelo. Al centralizar el poder en la Fundación y debilitar los mecanismos democráticos, el círculo de Florentino estaría preparando el terreno para un control más empresarial y menos participativo.
Un análisis técnico de la estructura actual del club muestra un paralelismo con la situación vivida por clubes ingleses como el Manchester United o el Chelsea antes de su venta a grupos privados. El debilitamiento de la influencia de los socios, combinado con la creciente profesionalización de las áreas operativas y comerciales, puede ser un paso previo a un modelo híbrido en el que la propiedad nominal siga siendo de los socios, pero las decisiones clave se tomen desde un núcleo privado.
Impacto en los Socios y el Futuro del Club
Si esta estrategia se consolida, los socios perderán toda su capacidad de decisión. Actualmente, el modelo de elecciones ya es restrictivo, pero con la Fundación como eje de poder, la posibilidad de influir en el futuro del club quedará completamente anulada. Las elecciones presidenciales, reducidas a un trámite simbólico, servirían únicamente para legitimar decisiones ya tomadas por un grupo de poder. Esto implicaría un cambio radical en la identidad del Real Madrid como institución deportiva y social.
Además, la creciente presencia de acreedores vinculados al megaproyecto del Estadio Santiago Bernabéu —un modelo de financiación que depende en gran medida de préstamos privados y acuerdos comerciales a largo plazo— podría aumentar aún más la influencia de estos actores en el futuro del club. Según informes financieros, la deuda neta del Real Madrid alcanzó los 1.000 millones de euros en 2024, con una proporción significativa ligada a compromisos con entidades como JP Morgan y Bank of America. Este contexto financiero refuerza la hipótesis de que el control del club podría quedar en manos de un grupo reducido de personas con intereses financieros específicos.
La Necesidad de Transparencia y Participación
“El Real Madrid no es solo una marca global ni una máquina de generar títulos, es una institución democrática con más de 100 años de historia. Permitir que el club sea gobernado desde las sombras traicionaría los valores que lo han hecho grande. Los socios tienen el derecho y el deber de exigir transparencia, incluyendo una auditoría independiente de la Fundación y la revisión de los estatutos electorales” afirma un compromisario que, por primera vez, no votará por Florentino Pérez.
Queda por ver si, ante esta situación, alguien logrará presentarse como candidato alternativo a la privatización del club o si, como ha sucedido desde hace décadas, la proclamación será por falta de cualquier otra candidatura.