Como cada segundo miércoles de cada mes el Círculo de silencio de Ceuta ha congregado a decenas de personas para denunciar la situación que viven las personas migrantes y refugiadas
Este miércoles el primer recuerdo y denuncia del Círculo de Silencio ha ido hacia las personas que mueren en el desierto entre Túnez y Libia, «a mediados de julio, varias organizaciones humanitarias denunciaron que las autoridades tunecinas estaban expulsando y abandonando a cientos de personas subsaharianas, incluidos menores y mujeres embarazadas, en el desierto en condiciones extremas de calor y falta de agua y les bloquearan en la frontera entre Túnez y Libia. Fuimos testigos, por la información ofrecida en redes sociales y medios de comunicación, de la muerte de Fati Dosso y su hija Marie, de 6 años, y de muchas otras personas que perecieron de sed y hambre».
«Mientras, la Unión Europea miraba hacia otro lado y firmaba un nuevo acuerdo con el Gobierno de Túnez para reforzar sus fronteras a cambio de importantes inversiones financieras, incluido un paquete de 105 millones de euros. Vivimos en una Europa cómplice y responsable del sufrimiento de quienes ejercen su derecho a migrar. Según la organización Caminando Fronteras, en el primer semestre del 2023, unas medias de 5 personas pierden la vida en la frontera occidental entre Europa y África», han asegurado.
En el manifiesto han señalado que «los países del norte global siguen poniendo en marcha políticas migratorias que causan sufrimiento y muerte, otro ejemplo de ello es la intención Gobierno Británico quien pretende encerrar a 500 personas solicitantes de asilo en un macro-barco mientras “avanza” con su ley migratoria».
Nuevo auge de la ruta canaria
Por otro lado, «como sabemos, en las últimas semanas ha aumentado la actividad migratoria en la ruta hacia las Islas Canarias: durante la segunda semana de julio desaparecieron un total de tres embarcaciones con más de 300 personas, que salieron de las costas senegalesas y el 24 de julio, al menos 15 cuerpos fueron encontrados frente a las costas de Dakar, se desconoce cuántas personas iban a bordo de la piragua».
El pasado lunes, una pequeña embarcación con 11 personas que intentaba llegar a la costa de Melilla acabó chocando con una robusta neumática de la Guardia Civil de 14 metros. La barca, en la que iban tres menores, uno de ellos bebé, volcó. «Hay versiones contradictorias sobre lo que pasó y lo que provocó realmente ese hundimiento. Una de las supervivientes de la tragedia asegura que “fue la guardia civil la que chocó con nosotros”», han apuntado.
«Durante el rescate se vivieron momentos de mucha angustia y es que, sin la colaboración ciudadana hubiera tornado en tragedia. Uno de los integrantes de la barca continua en el hospital, en la UCI, tras haber perdido un brazo por la colisión».
Para las defensoras de los derechos humanos y los derechos de las personas que migran, «las causas que provocan estas tragedias evitables son, principalmente, la omisión del deber de socorro, la demora en la activación de medios de búsqueda y rescate, la insuficiencia de los medios cuando éstos son activados, las malas prácticas durante los mismos y la falta de coordinación entre los estados».
Por último, «a pocos kilómetros de donde nos encontramos ahora mismo, en la primera playa tras pasar la frontera del Tarajal, Marruecos ha aumentado la instalación de hileras de concertinas, las mismas que se retiraron del lado español para evitar que lleguen personas a nado», han recordado.
Por todo ello, exigen:
- El fin inmediato de las expulsiones a terceros países que vulneran sistemáticamente los DDHH a personas en tránsito migratorio.
- La reubicación urgente de aquellas personas abandonadas en el desierto de Argelia y Libia a lugares seguros, donde puedan ser protegidas, tratadas con dignidad y tengan acceso adecuado a agua, comida, cobijo y atención médica.
- Que se pongan en marcha dispositivos de rescate para aquellas personas que llegan a las costas europeas, para que no se produzcan más muertes evitables.
- Que se creen de vías legales y seguras, para que nadie tenga que poner su vida en riesgo para viajar.
- La retirada de instrumentos lesivos que atenten contra la integridad de las personas.
- Que se ofrezca una acogida digna a todas las personas.
Desde la organización han señalado que seguirán reuniéndonos el segundo miércoles de cada mes para exigir que se respete la dignidad de todas las personas y que se haga justicia por las víctimas de las fronteras.