El círculo de silencio del mes de febrero ha recordado a las víctimas del 6F y han exigido justicia y reparación para todas las muertos en las fronteras, así como una «solución inmediata y digna para las personas que se alojan en las naves del Tarajal»
En la tarde de este miércoles ha tenido lugar el Círculo de Silencio del mes de febrero en la Plaza de la Constitución de Ceuta, una iniciativa que se celebra todos los segundos miércoles de cada mes para mostrar solidaridad con las personas migrantes y refugiadas.
En este mes el acto ha estado marcado por el recuerdo de la tragedia del 6F y tras la celebración de la IX Marcha por la Dignidad, han pedido justicia y reparación para las víctimas de la frontera. En el comunicado, que han leído en castellano y en francés durante el círculo de silencio, se ha exigido «un verdadero sistema de acogida que sea digno y que respete y garantice los derechos de todas las personas, migrantes y refugiadas». También han aprovechado para pedir «una solución inmediata y digna para las personas que se alojan en las naves del Tarajal», que será cerrada próximamente dejando a más 100 personas migrantes en la calle sin techo ni comida.
Manifiesto completo del Círculo de Silencio de febrero de 2022
En este círculo de silencio del mes de febrero, queremos recordar la tragedia ocurrida el 6 de febrero de 2014 en la playa del Tarajal. Yves, Samba, Daouda, Armand, Luc, Roger Chimie, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Jeannot, Oumarou, Blaise y otro compañero cuyo nombre desconocemos, perdieron la vida intentando llegar a Ceuta.
Este pasado 5 de febrero, se celebró la IX Marcha por la Dignidad porque 8 años después de este fatídico día, seguimos haciendo memoria de esta tragedia, seguimos defendiendo la vida y seguimos exigiendo derechos. Seguimos pidiendo justicia y reparación por nuestros 14 compañeros, hermanos, y por todas las personas que sufren la crueldad de las fronteras. Tarajal, no olvidamos.
En este círculo, recordamos también a las 4.404 personas que este 2021 han muerto y desaparecido en la frontera occidental euroafricana. Además, este año comienza de forma similar: la madrugada del 25 de enero del 2022, murieron más de 18 personas frente a las costas de Lanzarote a pesar de que la organización Caminando Fronteras fue avisando a la Guardia Civil de las las llamadas y posiciones de cuatro neumáticas que habían salido desde la costa de Marruecos.
Porque de haberse activado a tiempo los medios de rescate, muchas de estas vidas se hubieran podido salvar. Porque estas muertes son evitables. Migrar no es solo un SUEÑO, también es un DERECHO. Denunciamos también la muerte de tres niños en el bosque de Nador, Marruecos, al incendiarse la tienda en la que vivían con su madre. Estos hechos ponen de manifiesto las condiciones precarias en las que se ven obligadas a vivir las personas migrantes en los montes de Nador. Porque la vida no es vida si no es digna y segura.
Por último, denunciamos el cierre de las naves del Tarajal previsto el día 15 de este mes. En estas naves se alojan más de 170 personas que, en unos días, se verán en situación de calle, sin una alternativa habitacional. Exigimos a la ciudad que ponga a disposición de estas personas una solución y que no los exponga a una situación de mayor vulnerabilidad.
Por todo ello, denunciamos:
● Las políticas de muerte de la Unión Europea, que empujan a las personas a transitar rutas cada vez más peligrosas y ponen en riesgo sus vidas.
● La actual Ley de Extranjería, que no permite que las personas de países del sur global puedan migrar de forma legal y segura si no es jugándose la vida.
● La falta de un sistema digno de acogida, que expone a las personas a una vulneración de sus derechos y a sobrevivir en unas condiciones lamentables como ocurre en los puertos de Frontera Sur y, en especial en Canarias.
● Que los familiares de las miles de personas que se encuentran desaparecidas o en el fondo de nuestros mares y océanos no puedan identificar o dar sepultura con dignidad a sus seres queridos.
Exigimos:
● Un verdadero sistema de acogida que sea digno y que respete y garantice los derechos de todas las personas, migrantes y refugiadas.
● Una solución inmediata y digna para las personas que se alojan en las naves del Tarajal.
● Que se habiliten vías legales y seguras, ya que son la única forma de evitar muertes y sufrimiento.
● Que se implementen políticas públicas con medidas concretas y presupuesto suficiente contra los discursos de odio, donde la riqueza de la diversidad y la inclusión sean los pilares fundamentales.
Por todas las personas que yacen en el fondo del mar, las enterradas sin nombre, las que no salieron del desierto, por las que siguen sufriendo la crueldad de la frontera y la discriminación y el racismo a diario. Seguiremos reuniéndonos, cada segundo miércoles de cada mes, haciendo memoria, defendiendo la vida y
exigiendo derechos.
Vías legales, vidas seguras. Migrar es un derecho.