La Cámara Baja, escenario de una situación que pone de relieve el frágil equilibrio de fuerzas que mantiene el Gobierno en el Congreso de los Diputados, al menos en cuestiones relacionadas con Defensa, destaca eldebate.
La Comisión de Defensa aprobó una proposición no de ley presentada por el PP en la que reclama al Gobierno incrementar en 10.000 el número de militares en Ceuta y Melilla. Asimismo, plantea recuperar las guarniciones disueltas de Ceuta y Melilla. La proposición no de ley del PP fue aprobada gracias a los votos de Vox y UPN, mientras que PSOE, Sumar, ERC y Bildu votaron en contra y el PNV se abstuvo. La ausencia de Junts, que no asistió a la comisión, inclinó la balanza y la proposición salió adelante.
El texto señala que, a 3 de diciembre de 2023, la cifra de militares en España era de 129.190 y ahora se considera necesario aprobar un incremento por la adquisición de nuevas capacidades en el seno de las Fuerzas Armadas. Los populares consideran, además, que el aumento de efectivos está en línea con el incremento del presupuesto dedicado a Defensa en los últimos años.
El texto del PP insta asimismo al Gobierno a recuperar las unidades disueltas en las guarniciones de Ceuta y Melilla, en concreto la II y V Banderas de la Legión. Esta reivindicación ha sido planteada en varias ocasiones por el presidente de la ciudad autónoma, el popular Juan José Imbroda. El texto original pedía al Gobierno «considerar» recuperar las unidades disueltas en las ciudades autónomas, pero el PP aceptó una enmienda de Vox que retiraba ese término e instaba a recuperarlas.
La proposición no de ley ha prosperado en plena ola reivindicativa de Marruecos, que en los dos último años ha mantenido una estrategia de «lluvia fina». En julio de 2022, Mohamed VI reivindicó la entrega de Ceuta y Melilla, que sirven de plataforma para ‘prácticas delictivas’, pero, al mismo tiempo, manifestó la disposición de Marruecos a dialogar con España de todas las ‘cuestiones en litigio’. El rey no pudo ser más claro: ‘(…) Marruecos no ha cesado, desde su independencia, de reclamar el fin de la ocupación por España de Ceuta, Melilla y de las islas vecinas expoliadas en el norte del reino’, afirmó el rey. Para lograr este objetivo ‘ha elegido seguir la vía de la razón lúcida y ha adoptado un camino pacífico y civilizado (…) instando a instituir una célula conjunta de reflexión marroquí-española para encontrar una solución al problema de esas zonas ocupadas’.
Un año después, en la recepción real con motivo de la Fiesta del Trono organizada por Mohamed VI en Tetuán (Marruecos), las inscripciones «Ceuta ocupada» y «Melilla ocupada» podían leerse en árabe en las credenciales. Pero en abril fue el presidente del Senado marroquí, Enaam Mayara, el que hizo una declaración en la que exigía la «liberación» de Ceuta y Melilla. Sánchez no reaccionó a las palabras de Enaam Mayara, pero sí lo hizo la ministra de Defensa, Margarita Robles. «Ceuta y Melilla son tan españolas como Zamora o Palencia y no hay nada más que discutir sobre ese tema», afirmó. Mayara recibió también críticas desde la prensa oficial marroquí, que le obligaron a desdecirse tibiamente.