El texto establece la gratuidad del segundo ciclo y su progresiva extensión al primero, priorizando el acceso del alumnado en riesgo de pobreza y exclusión social
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy, a propuesta del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el Real Decreto
por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil, que por primera vez regula y dota de carácter educativo al primer ciclo de 0 a 3 años.
Dar carácter educativo a toda la Educación Infantil contribuye a reducir el abandono escolar temprano y el riesgo de pobreza y exclusión, mejora los resultados educativos y es un importante factor de equidad. Además, se asegura la coherencia y continuidad entre ciclos y una misma conformación en todo el territorio.
La finalidad de esta etapa, tal y como señala el Real Decreto, es contribuir al desarrollo físico, afectivo y social de los niños y las niñas, a su desarrollo cognitivo y artístico, y a la educación para la convivencia. Para ello, el texto define los objetivos, fines, principios generales y pedagógicos y competencias clave para Educación Infantil, así como las competencias específicas, criterios de evaluación y saberes básicos de cada una de las tres áreas en las que se organizan estas enseñanzas (crecimiento en armonía;
descubrimiento y exploración del entorno; y comunicación y representación de la realidad).
El decreto indica que esta etapa deberá contribuir a que los menores adquieran “autonomía personal y elaboren una imagen de sí mismos positiva, equilibrada e igualitaria, libre de estereotipos sexistas o discriminatorios”, además de aprender el movimiento, la comunicación, el lenguaje, “las pautas elementales de convivencia y relación social” y el “descubrimiento del entorno” y de los “seres vivos que en él conviven”.
Con el fin de extender el acceso a la escolarización en esta etapa, el borrador establece la gratuidad del segundo ciclo (3-6 años) y su progresiva extensión al primero, priorizando el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza y exclusión social.
Además, se garantiza la atención y detección precoz que las desigualdades de diversos orígenes tienen sobre el aprendizaje para establecer los refuerzos y el apoyo educativo que cada alumno necesite. A partir de estas enseñanzas mínimas, las administraciones educativas de las comunidades autónomas, en el ejercicio de sus competencias, establecerán el currículo de la Educación Infantil y el profesorado será quien adapte y contextualice estas enseñanzas a los niños y niñas que conforman el grupo. El currículo de Infantil empezará a implantarse en el curso 2022-2023.