Altos funcionarios de la ONU, incluido António Guterres, y el propio presidente de Ucrania participaron en una reunión en la que se escucharon distintos testimonios sobre el sufrimiento de la población civil
El fuego de artillería, el bloqueo de las ciudades ucranianas, los bombardeos en alfombra, los informes sobre ejecuciones de civiles, las violaciones en grupo y la violencia sexual delante de los niños: estos y otros horrores de la guerra fueron algunos de los hechos relatados este martes por la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
«El horror se profundizó el fin de semana cuando el mundo vio fotos de civiles muertos que yacían con las manos atadas en las calles de Bucha, una ciudad que hasta hace poco estaba en manos de las tropas rusas. Se han encontrado muchos más cadáveres en fosas comunes», dijo Rosemary DiCarlo. «Las ONG y la prensa también informan de ejecuciones masivas de civiles, violaciones y saqueos en la región de Chernihiv, Kharkiv y Kyiv».
Según la alta funcionaria, hay informes sobre la reducción del número de tropas rusas y la disminución de la intensidad de los ataques en la zona de Kyiv y Chernigov.
«Sin embargo, estas acciones no deberían tener un carácter táctico y representar un reagrupamiento para nuevos ataques contra ciudades y pueblos ucranianos», subrayó la representante de la ONU, quien recordó que «la Asamblea General ha pedido en dos ocasiones a Rusia que retire completamente sus tropas del territorio de Ucrania y que cese todas las hostilidades».
La ONU, como dijo DiCarlo, también «tomó nota» de la información de que los militares rusos abandonaron la zona de la central nuclear de Chernóbil.
«Esto permitirá al Organismo Internacional de Energía Atómica proporcionar el apoyo técnico y el equipo necesario [para la seguridad nuclear] lo antes posible», dijo al Consejo de Seguridad, reunido a petición de Ucrania para conocer la situación actual de la invasión rusa.
La alta funcionaria también citó en su discurso los últimos datos de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU: del 24 de febrero al 4 de abril, al menos 1480 civiles han muerto y 2195 han resultado heridos, aunque las cifras reales pueden ser mucho más altas.
DiCarlo afirmó que la ONU está profundamente preocupada por el hecho de que se sigan utilizando armas explosivas de gran alcance en zonas residenciales, lo que, según ella, «provoca la muerte de la población y la destrucción masiva de infraestructuras civiles, como escuelas, hospitales, estaciones de agua y sistemas de suministro eléctrico».
Además, la ONU tiene «pruebas creíbles» de que las tropas rusas han utilizado municiones de racimo en zonas densamente pobladas al menos 24 veces. También se están investigando los informes sobre el uso de este tipo de armas por la parte ucraniana.
Según Rosemary DiCarlo, las Naciones Unidas están muy preocupadas por los informes sobre detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas de personas que se oponen a la invasión rusa.
Así, la Oficina de Derechos Humanos ha documentado la posible desaparición forzada de 22 periodistas y activistas en las regiones de Kyiv, Kherson, Luhansk y Zaporozhye. En las zonas tomadas bajo el control de las fuerzas rusas, fueron detenidos 24 representantes de las autoridades locales, 13 de los cuales fueron liberados posteriormente. También se sabe de la muerte de siete periodistas y trabajadores de la prensa desde el comienzo de las hostilidades. Otras 15 personas, como señaló la representante de la ONU en referencia a la Oficina de Derechos Humanos, fueron atacadas, y nueve resultaron heridas.
DiCarlo se centró específicamente en las denuncias de abusos sexuales por parte de los militares rusos, incluidas las denuncias de violaciones en grupo y delante de niños.
Asimismo, se han presentado acusaciones de violencia sexual contra las fuerzas militares y de defensa civil ucranianas. La Misión de Observación de las Naciones Unidas en Ucrania sigue esforzándose por verificar estos informes.
«Estamos preocupados por las perturbadoras imágenes de vídeo que muestran casos de abuso de prisioneros de guerra en ambos bandos», añadió la representante de la ONU, recordando que el derecho internacional humanitario exige que los prisioneros sean tratados con respeto y dignidad.
También pidió que se investiguen «todos los informes creíbles de violaciones del derecho internacional y del derecho humanitario internacional» procedentes de los territorios recientemente abandonados por los militares rusos.
Investigación independiente en Bucha
Poco antes, el Secretario General de la ONU se había sumado en ese mismo foro a los llamamientos internacionales para que se investiguen los crímenes de guerra cometidos en la ciudad ucraniana de Bucha.
Los comentarios del Secretario General se produjeron después de que las impactantes imágenes de Bucha, en las afueras de Kyiv, mostraran a cientos de personas muertas, algunas con heridas de bala y las manos atadas a la espalda y otras quemadas o en fosas comunes, en zonas que anteriormente estaban bajo el control de las tropas rusas.
En una reunión del Consejo de Seguridad con el objetivo de proporcionar una actualización completa de los aspectos políticos y humanitarios de la guerra en Ucrania, António Guterres dijo que era necesaria una investigación independiente de lo sucedido en Bucha para garantizar una rendición de cuentas efectiva.
Amenaza de invasión a la Carta de la ONU
Guterres describió la crisis ucraniana, provocada por la «invasión en toda regla» de su vecina la Federación de Rusia, como «uno de los mayores desafíos que jamás se hayan planteado al orden internacional y a la arquitectura de la paz mundial, fundada en la Carta de las Naciones Unidas«.
Hasta la fecha, la ofensiva rusa ha desplazado a más de 10 millones de personas en sólo un mes, el movimiento forzado de población más rápido desde la Segunda Guerra Mundial, dijo Guterres.
De esa cifra, más de 4,2 millones han huido de las fronteras de Ucrania, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en medio de los continuos bombardeos y el uso de armas indiscriminadas que han provocado el ataque a 86 instalaciones sanitarias y médicas entre el 24 de febrero y el 2 de abril, según la Organización Mundial de la Salud.
Dada la urgencia de la situación, el titular de la ONU explicó que había encargado al Coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, que viajara a Rusia y Ucrania para presionar por un alto el fuego humanitario urgente.
Precisamente, Griffiths intervino en la reunión tras António Guterres y Rosemary DiCarlo.
Una cuarta parte de los ucranianos abandonaron sus hogares
Martin Griffiths dijo a los miembros del Consejo de Seguridad que, como consecuencia de la guerra en Ucrania, más de 11,3 millones de ucranianos se vieron obligados a abandonar sus hogares, incluidos 4,2 millones que se refugiaron en otros países. «En sólo un mes, una cuarta parte de la población de Ucrania abandonó el lugar«, subrayó Griffiths. «Por desgracia, estas cifras seguirán creciendo hasta que se haga una pausa, hasta que se establezca la paz».
Mariupol, según él, «está en el epicentro del infierno», Chernihiv, Sumy y Kharkiv siguen aislados de la ayuda. El representante de la ONU recordó que todas las partes del conflicto están obligadas a cumplir el derecho internacional, lo que incluye proteger a la población civil de la violencia y garantizar las condiciones para la prestación de asistencia.
Asimismo, señaló que las agencias de la ONU y sus socios están haciendo todo lo posible para apoyar a la población de Ucrania.
Seis mil voluntarios de la Cruz Roja ucraniana trabajan en el este del país; el Programa Mundial de Alimentos proporcionó el mes pasado asistencia a 1,3 millones de ucranianos, y tiene previsto ayudar a 2,5 millones de personas en este; la Organización Mundial de la Salud han entregado 180 toneladas de suministros médicos en toda Ucrania, y otras 470 toneladas están listas para su envío. El convoy ha llegado hoy a Severodonetsk con ayuda.
Griffiths también expresó su preocupación por el creciente número de denuncias de tráfico de personas, abusos sexuales, explotación y maltrato. «Como siempre, estos incidentes de pesadilla afectan principalmente a mujeres y niños», subrayó.
El alto funcionario informó al Consejo de Seguridad sobre su viaje a Moscú, recordando que el Secretario General le había encomendado previamente que tendiera puentes entre ambas partes para mitigar las consecuencias humanitarias de esta guerra, incluido el logro de una tregua humanitaria.
En la capital rusa, Griffith se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, y su adjunto, Sergei Vershinin, así como con el viceministro de Defensa, Alexander Fomin.
Durante las conversaciones, sus participantes trataron las cuestiones del acceso humanitario, la evacuación de civiles y la posibilidad de realizar «pausas humanitarias» en varias partes de Ucrania.
La parte rusa, según el representante de la ONU, escuchó sus propuestas y le aseguró que las estudiaría detenidamente. «Acordamos mantener un estrecho contacto», añadió Griffiths. «Salí de estas reuniones con la sensación de que tenemos un largo camino por delante, pero tenemos que recorrerlo, y lo haremos».
Volodymyr Zelensky insta a «detener a Rusia»
En su intervención en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky acusó a Rusia de los «crímenes de guerra» en la recientemente liberada ciudad de Bucha, cerca de Kyiv.
«Ahora el mundo ha visto lo que los militares rusos hicieron en Bucha mientras mantenían la ciudad bajo ocupación, pero el mundo aún tiene que ver lo que hicieron en otras ciudades y regiones ocupadas de nuestro país», dijo Zelensky.
El jefe del Estado ucraniano subrayó que los crímenes los comete «un país que convierte el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU en el derecho a matar, que socava toda la arquitectura de la seguridad mundial y que permite que el mal quede impune y se extienda por todo el mundo, destruyendo todo lo que puede funcionar para establecer la paz y la seguridad».
Volodymyr Zelenskyy pidió que se detenga a Rusia, advirtiendo que, de seguir así, «los países sólo confiarán en la fuerza de las armas para garantizar su seguridad, y no en el derecho y las instituciones internacionales».
«La ONU puede cerrarse sin más. Señoras y señores, ¿están dispuestos a cerrar la ONU? ¿Creen que el tiempo del derecho internacional ha terminado? Si su respuesta es ‘no’, entonces tienen que actuar ahora. Actuar inmediatamente», instó el Presidente de Ucrania.
Para ello, pidió reformar el sistema de seguridad de la ONU para que «el derecho de veto» no sea «el derecho a matar».
Rusia califica de «montaje» las imágenes de Bucha
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya, negó todas las acusaciones contra los militares rusos al asegurar que todo es “una gran cantidad de mentiras sobre los soldados y militares rusos”.
Después, calificó las imágenes de Bucha de «flagrante actuación criminal contra ucranianos pacíficos asesinados por sus propios compatriotas radicales» e indicó que tales asesinatos se perpetraron en “las zonas que las tropas rusas abandonaron tras las esperanzadoras conversaciones de paz en Estambul”.
“Ahora resulta que dejaron (Bucha) en vano», añadió.
Nebenzya dijo que Rusia no estaba yendo a por las tierras ucranianas sino a “traer la tan esperada paz al sangrante Donbás (región en el este de Ucrania). No una tregua, sino una verdadera paz duradera», dijo el diplomático ruso dirigiéndose al presidente Zelensky.
Cuerpos profanados
Mientras tanto, en Ginebra, donde la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha condenado los sucesos de Bucha y ha hablado de posibles crímenes de guerra, su Oficina explicó que el episodio marcó un nuevo mínimo en la guerra, con los cuerpos de las víctimas profanados.
«Lo que hemos visto surgir en Bucha y en otras zonas, apunta claramente a un hecho muy preocupante… todos los indicios apuntan a que las víctimas fueron directamente atacadas y asesinadas», dijo Liz Throssell, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Antes de que salieran a la luz los sucesos de Bucha, la oficina de derechos de la ONU ya había calificado los bombardeos indiscriminados como probables crímenes de guerra.
«Se podría argumentar que había un contexto militar, por ejemplo, en el caso de un edificio atacado, pero es difícil ver cuál es el contexto militar de una persona que yace en la calle con una bala en la cabeza, o cuyo cuerpo ha sido quemado«, dijo Throssell a los periodistas.
Sobre las noticias falsas
En cuanto a la afirmación rusa de que las imágenes de Bucha eran falsas, Throssell explicó que los investigadores de derechos humanos seguían minuciosos procedimientos forenses para garantizar la veracidad de cualquier vídeo o fotografía procedente de escenas de posibles crímenes de guerra.
«Se trata de obtener el nombre de la víctima civil, la fecha, si es posible, de la muerte de la persona, y cómo murió, lo que podría ayudar a atribuir quién pudo haberla matado», dijo, y añadió que todavía no se había determinado si se había cometido un crimen de guerra.
La justicia «lleva tiempo”
«No estamos diciendo que este incidente específico sea un crimen de guerra, no podemos establecerlo todavía, por eso es necesario un examen forense detallado… La justicia y la rendición de cuentas llevan tiempo; lo importante es que este trabajo se lleve a cabo y continúe para garantizar la rendición de cuentas en el futuro».
Poco después de la invasión rusa de Ucrania, el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra nombró una comisión que investigará las violaciones de los derechos humanos en Ucrania.
El mandato de la Comisión Internacional de Investigación sobre Ucrania incluye la recopilación de testimonios y pruebas de los supervivientes de graves abusos contra los derechos, pero no es un órgano judicial y no puede pronunciarse sobre crímenes de guerra.
La Corte Penal Internacional (CPI) también está llevando a cabo una investigación sobre presuntas violaciones graves de la Convención de Ginebra, a petición de 39 Estados miembros, solicitud hecha días después de que las tropas rusas invadieran Ucrania el 24 de febrero.
Efecto dominó
De vuelta en el Consejo de Seguridad, Guterres añadió que más allá de las fronteras de Ucrania, y en particular en los países en desarrollo, la interrupción de las cadenas de suministro mundiales causada por la guerra ha provocado un aumento masivo de los precios de los alimentos, la energía y los fertilizantes, ya que Rusia y Ucrania son importantes productores mundiales.
«Sólo en el último mes, los precios del trigo han aumentado un 22%, los del maíz, un 21% y los de la cebada, un 31%», dijo el Secretario General, antes de señalar con preocupación que 74 países en desarrollo, con una población total de 1200 millones de personas, eran «especialmente vulnerables» al aumento de los costes de los alimentos, la energía y los fertilizantes.
El responsable de la ONU también advirtió de que los reembolsos de la deuda suponen ahora el 16% de los ingresos de exportación de los países en desarrollo, mientras que la carga es dos veces mayor para los pequeños estados insulares en desarrollo, debido al aumento de los tipos de interés y al encarecimiento de las importaciones.