El organismo señala que «la terapia psicológica es un servicio que sólo pueden llevar a cabo aquellos/as profesionales de la Psicología que, o bien tengan especialidad clínica o bien tengan una habilitación sanitaria». «cualquier otro profesional que prestase un servicio similar, o lo estuviese haciendo sin la correspondiente colegiación profesional, de acuerdo a la Ley 2/1974 de Colegios Profesionales, estaría incurriendo en intrusismo profesional y en ningún caso podría llamarse a la labor que pretenda realizar ‘terapia psicológica'»
A través de un comunicado de prensa, el Colegio Oficial de la Psicología de Ceuta (COPCE) ha celebrado la decisión adoptada por unanimidad en el Pleno de la Asamblea en relación a la puesta en marcha de un programa de terapia post-covid. «El COPCE viene haciendo público desde el principio de la pandemia los resultados de estudios realizados en varios países que alertaban de las secuelas que tanto el confinamiento como las posteriores medidas de distanciamiento social durante la pandemia producirían sobre la Salud Mental de los ciudadanos», señala el organismo.
Sim embargo, al COPCE le surgen «varias dudas» con «respecto a la viabilidad de su implementación en los términos dados a conocer hasta el momento». El origen de estas dudas reside en que, conforme a lo que establece la ley, «la terapia psicológica es un servicio que sólo pueden llevar a cabo aquellos/as profesionales de la Psicología que, o bien tengan especialidad clínica (que sólo puede obtenerse mediante la finalización del P.I.R), o bien tengan una habilitación sanitaria (que actualmente sólo se puede obtener realizando un Máster en Psicología General Sanitaria)». Un hecho que, tal y como apunta el COPCE, «reduce notablemente el número de psicólogos/as colegiados que pueden desarrollar esta actividad en nuestra ciudad».
En este sentido, el organismo destaca que «cualquier otro profesional que prestase un servicio similar, o lo estuviese haciendo sin la correspondiente colegiación profesional, de acuerdo a la Ley 2/1974 de Colegios Profesionales, estaría incurriendo en intrusismo profesional y en ningún caso podría llamarse a la labor que pretenda realizar ‘terapia psicológica‘».
Al Colegio le «causa incertidumbre el planteamiento de que el programa terapéutico que ha sido aprobado en el Pleno para víctimas del COVID-19 pretenda implementarse con el personal que actualmente poseen las Consejerías» porque no le consta «que dentro de la plantilla de funcionarios autonómicos y del INGESA haya un número de profesionales de la Psicología suficiente, que cumplan los requisitos descritos anteriormente, y permitan ampliar los servicios que actualmente se prestan en Salud Mental y que ya se encuentran bastante sobresaturados«, advierte el comunicado.
Por ello, desde el COPCE han querido mostrar su plena disposición «a colaborar y asesorar a quien corresponda para que este servicio tan necesario para la población se pueda desarrollar con la máxima eficacia posible».