El coronel Vázquez, jefe de la Unidad de Servicio de Base Discontinua (USBAD) “Teniente Ruiz» de Ceuta, ha logrado poner a salvo a tres personas migrantes de origen argelino, uno de los cuales se estaba ahogando, que se encontraban en el mar, frente a las costas de Ceuta, el pasado 26 de septiembre.
Los hechos ocurrieron cuando el coronel Vázquez salió a entrenar con su kayak de competición Surfski, una modalidad de piragüismo en mar, desde la playa de la Ribera, en la bahía de Ceuta, y se encontró con un compañero, que también saló a navegar con su embarcación.
Estando en el agua, ambos se dieron cuenta de que, a poca distancia, dos personas estaban intentando cruzar a Ceuta a nado, con apenas un flotador infantil, por lo que les preguntaron desde la distancia si se encontraban bien, a lo que los dos jóvenes migrantes que flotaban en el agua les hicieron un gesto afirmativo y les indicaron que tenían más compañeros en la misma situación.
Después de hablar entre ellos, el coronel jefe de la USBAD y su amigo decidieron que este último fuera hacia la playa a dar aviso a la Guardia Civil. Mientras, el coronel, que se quedó en el agua para que pudieran divisar con más facilitad el punto donde se encontraban los dos náufragos, sabiendo que había más personas en la misma situación, decidió adentrarse en el mar, a unos 300 metros de la costa, para ver si podía divisar más inmigrantes.
A unos 200 metros de donde había partido, el coronel vio a una persona que pedía socorro porque se estaba ahogando, ya que físicamente “estaba agotada y no podía más”, según ha explicado el militar, quien se acercó con su piragua hasta el joven, de unos 30 años, y le hizo indicaciones para que se agarrara a la popa de su embarcación y recuperara el pulso y el aliento.
A pesar de que no hablaban el mismo idioma, ambos se entendieron bien por gestos, y el coronel remontó así al joven inmigrante en dirección a la costa, con la intención de llevarlo hasta la playa, intentando que mantuviera la calma en todo momento para que el kayak mantuviera la estabilidad y no hiciera que se hundieran los dos. El militar fue haciendo paradas para que el joven se tranquilizara y se volviera a agarrar bien a la popa durante en el trayecto, que duró como una media hora, hasta que una lancha de la Guardia Civil logró alcanzarlos y se encargó de trasladar al joven hasta la playa para ponerlo a salvo y recibiera allí la asistencia necesaria, como ocurrió con los dos jóvenes que divisaron primero.
Después de esta experiencia, el coronel Vázquez afirma que está muy satisfecho de haber podido salvar la vida de este joven, aunque siente consternación al ver tan de cerca el sufrimiento y desesperación de otro ser humano, por lo que “empatizas inmediatamente con él”, señala.
Asimismo, el militar afirma que son momentos en los que “uno ve de cerca la más cruda realidad” y ésta deja de ser “como una película que uno ve por la televisión”, por lo que no puede evitar hacerse preguntas acerca de las carencias que esta persona tiene en su país para jugarse la vida de esa manera.
Sin embargo, no es la única vez que el coronel se enfrenta a este tipo de situación, ya que en su etapa como teniente tuvo que rescatar del agua a muchas personas migrantes que intentaban alcanzar las costas de Tarifa (Cádiz) en pateras, en las que “no solo navegaban hombres, sino también mujeres y niños”, concluye.