El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado que el nivel de deuda pública mundial alcanzará un nuevo récord, superando los 100 billones de dólares este año. Esto representa el 93% del Producto Interno Bruto (PIB) global, y se espera que continúe aumentando, alcanzando el 100% del PIB mundial para 2030.
Según el informe ‘Monitor Fiscal’ del FMI, publicado antes de sus reuniones anuales de otoño, el ratio de deuda sobre PIB a nivel mundial está diez puntos porcentuales por encima de los niveles previos a la pandemia. Este incremento se debe a diversos factores, incluyendo el impacto económico de la pandemia y las políticas fiscales expansivas adoptadas por muchos países.
Los autores del estudio advierten que la situación podría ser aún más grave de lo que parece. Aunque se espera que la deuda se estabilice o disminuya en dos tercios de los países, los niveles futuros podrían superar las proyecciones actuales, requiriendo ajustes fiscales más significativos para reducir la deuda de manera efectiva.
El FMI también destaca que la ‘deuda en riesgo’, es decir, el nivel de deuda en un escenario adverso extremo, podría llegar al 115% del PIB en 2026. Esto se debe a que los altos niveles de endeudamiento actuales amplifican los efectos de un crecimiento económico más débil o de condiciones financieras más restrictivas.
Diferencias entre Economías
La deuda en riesgo varía significativamente entre países. Para las economías avanzadas, se ha reducido ligeramente desde los máximos observados durante la pandemia, estimándose en el 134% del PIB. Sin embargo, para las economías emergentes y en desarrollo, ha aumentado hasta el 88% del PIB.
El FMI subraya que los países son cada vez más vulnerables a factores globales que afectan sus costes de endeudamiento, como la incertidumbre política en naciones de importancia sistémica. Además, la ‘deuda no identificada’ podría aumentar durante períodos de tensión financiera, complicando aún más el panorama.
Necesidad de Consolidación Fiscal
El informe concluye que es crucial una mayor consolidación fiscal para mitigar los riesgos de la deuda. Con la inflación moderándose y las economías en mejores condiciones para absorber el endurecimiento fiscal, el momento es propicio para sanear las cuentas públicas.
Cualquier retraso en la implementación de medidas de consolidación podría resultar costoso, especialmente en países donde se prevé que la deuda siga aumentando, como Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos. La experiencia ha demostrado que una deuda elevada sin planes fiscales creíbles puede desencadenar reacciones adversas del mercado.
Diseño de Medidas Fiscales
El diseño cuidadoso de las medidas fiscales es esencial para minimizar el impacto negativo en la actividad económica y proteger a los grupos vulnerables. Las decisiones deben equilibrar el crecimiento y la equidad, evitando recortes que puedan perjudicar las perspectivas a largo plazo.
Para las economías avanzadas, se recomienda reformar los programas de prestaciones sociales y reorganizar las prioridades de gasto. En las economías emergentes, hay potencial para movilizar ingresos tributarios mediante la ampliación de bases impositivas y la mejora de la administración de ingresos.
Finalmente, el FMI enfatiza la importancia de una gobernanza fiscal estricta, con marcos a medio plazo creíbles y consejos fiscales independientes para gestionar los riesgos de manera efectiva.