El piloto de la moto de agua detenido ayer hasta en dos ocasiones por la Guardia Civil cuando supuestamente pretendía colar de forma ilegal a dos personas migrantes, ha ingresado en la cárcel de Mendizábal a la espera de juicio por un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros.
El pasado martes 20 de agosto, la Guardia Civil detectaba en el mar a un individuo a bordo de una moto de agua con dos ocupantes. Tras sospechar que podía tratarse de un nuevo caso de tráfico de migrantes, salieron a su encuentro.
Fuentes del Instituto Armado confirman que el piloto arrojó al mar a las dos personas que viajaban con él para tratar de fugarse, aunque los agentes de la benemérita consiguieron frenarle. De hecho, que los arrojase al mar sin chaleco ni nada con lo que asegurar su flotabilidad, es el indicio más claro para probar la que se ha cometido un delito «Contra el derecho de los ciudadanos extranjeros», según señalan desde la Guardia Civil, dado que queda demostrado de forma evidente el riesgo que corrieron los ocupantes.
Doble detención
Lo más llamativo de esta detención -por desgracia que los traficantes arrojen al mar a las personas que transportan como si fuesen mera mercancía no es ninguna novedad- fue lo que ocurrió cuando el individuo ya estaba detenido. Tras recibir asistencia de Cruz Roja y cambiarse de ropa, aprovechó para huir del Puerto Deportivo. Sin embargo, solo llegó hasta el Poblado Marinero, donde los agentes lo interceptaron de nuevo.
Prisión preventiva a la espera de juicio
El piloto de la moto de agua permanecerá en la cárcel de Mendizábal a la espera de juicio, donde se le acusa de cometer un delito «Contra el derecho de los ciudadanos extranjeros».