El Director del Ministerio de Educación en Ceuta, Javier Martínez, presentó en su primera visita a Ceuta al filósofo, ensayista y pedagogo, José Antonio Marina. El tema de la conferencia que comenzó a las 18:00 horas en el Teatro del Revellín, a cargo de Marina versa sobre la formación del profesorado como elemento transformador. Del ponente destacó Martínez que «presume de ser Catedrático de Bachillerato porque la excelencia no está reñida con otros niveles de enseñanza; Ha trabajado desde su cátedra de Filosofía y el mundo de la Educación, convirtiéndose en uno de los grandes expertos de nuestro país». Martínez destacó que podíamos sentirnos horados porque una persona de su relevancia intelectual estuviese en Ceuta.
El filósofo toledano considera que Ceuta alberga un potencial educativo excepcional por ser «una entidad cerrada, multicultural, sin embargo abierta por una frontera muy permeable que le permitiría tener que elegir un sistema educativo hacia dentro o hacia fuera. «Las potencialidades como experimento educativo son, según Marina, apasionantes».
Marina glosó en el Parador La Muralla las líneas generales de su ponencia. «En todo el Mundo existe un estado de emergencia educativa. El año pasado Finlandia, que es un espejo en que mirarnos, alteró muchos de sus programas porque les parecía que no estaban de acuerdo con la rapidez con la que están cambiando las cosas.
Hemos entrado en una nueva era, que no es la de la tecnología sino la del aprendizaje. Es decir o todos aprendemos siempre o nos quedamos marginados; nadie nos va a preguntar si estamos de acuerdo o no. En todas las naciones se está viendo como se puede establecer mejor un aprendizaje universal y rápido en un mundo cambiante en cuyo mercado laboral trabajarán los niños que están en la escuela hoy.
Son los docentes quienes debemos responder a este reto. No podemos esperar a que lo arreglen los políticos ni los científicos que están muy especializados. Eso convierte al docente en una profesión de vanguardia, un nuevo tipo de profesorado que precisa una reinvención al contrario de lo solía pasar, porque ahora la sociedad no sabe qué es lo que tenemos que transmitir. Por lo que oteamos el horizonte en favor de nuestros alumnos, de nuestros niños y de nuestras niñas. Los docentes somos la conciencia educativa de la sociedad, tenemos que ver hacia dónde van a ir las cosas porque no tenemos suplentes, lo que nos exige estudiar mucho y estar pendientes».
Marina considera que el actual presidente del Gobierno «está llevando una actitud muy precipitada. Que proponga una reforma de la ley educativa al cabo de un par de meses de haberse levantado la Mesa del Pacto. Si no habían alcanzado un consenso para hacer una ley duradera, proponer una ley, que saque los temas de la concertada, la religión, los cambios de currículum, cuando están en minoría y la legislatura va a ser tan corta es introducir más cambios e inquietud. Se debe proponer una ley que sirva por lo menos para una generación. Me parece una labor de cosmética política, no de interés real en la educación.
Cuando el ex-ministro Méndez de Vigo nos pidió que elaborásemos el Libro Blanco de la Profesión Docente, llegamos a la conclusión a través de los estudios de la necesidad de diseñar un nuevo modelo de todos los que se dedican a la profesión docente que son los profesores de aula, orientadores, inspectores y profesores de FP, no vamos a mejorar la educación sin mejorar la Formación Profesional que cambia a una velocidad vertiginosa como los instrumentos profesionales con que actúan.
Una de las conclusiones a las que llegamos fue que por la cantidad de funcionarios en la enseñanza la selección inicial debía ser extremadamente rigurosa, acompañada de formación continua y evaluación continua del profesorado (esta última propuesta estuvo acompañada de muchas críticas, indica porque implicaba una reválida del funcionariado). Pero tranquilos-bromeó el filósofo- que el Ministro guardó aquel libro en un cajón y sólo lo sacan cuando viene alguien de la OCDE».
Marina se mostró a favor de un pacto de estado educativo, «no es sensato que a un mismo alumno afecten tres leyes educativas. Hay que pensar a medio y largo plazo. Me gustaría hacer un llamamiento a la sociedad, si dedicásemos a la Escuela un 5 por ciento del PIB tendríamos una escuela de alto rendimiento al nivel de Finlandia en cinco años. Hacen falta ideas claras y buena gestión porque seguimos arrastrando problemas ideológicos que se vienen lastrando desde el XIX, las facciones políticas se han adueñado de valores, si eres de izquierdas defiendes una escuela equitativa si de derechas de calidad cuando ambas son necesarias, la mayoría de países ya ha superado este estadio».
«Hemos copiado un modelo centralista francés, que no era bueno. Cada escuela tiene que ir a su velocidad», mientras Marina se muestra a favor del «modelo anglosajón; el de los municipios donde los regidores rinden cuentas a los vecinos, por la cuenta que les trae las escuelas bajo este modelo funcionan mejor». En España se desmanteló la red de escuelas municipales excepto en Barcelona donde funcionan bien, porque como reza el proverbio africano «para educar un niño hace falta la tribu entera». Si un municipio adopta un objetivo educativo concreto y empieza a movilizar fuerzas, ese objetivo se logra».
«Las administraciones colaboran mal dentro de las administraciones por el reparto de competencias. Propuse, aunque no se me hizo caso, que debía haber un vicepresidente dedicado a educación, coordinando competencias repartidas entre ministerios: investigación, sanidad, ayudas a las familias, trabajo… Estas políticas tienen que estar coordinadas, para la FP por ejemplo o que sanidad se acerque a la escuela». Marina como buen profesor ejemplifica el argumento, «un estudio de la Cátedra de Psiquiatría del Vall d’Hebrón encontró, siguiendo las mismas cifras aportadas por la OCDE que alrededor del 15 por ciento del alumnado de primaria y secundaria, tenían problemas psicológicos serios no diagnosticados o no tratados. Estos niños producen unas disfunciones dentro del aula serias. Si nuestro sistema educativo estuviese relacionado con el sanitario, mejoraría el ambiente educativo de España de manera relevante, constituiría un éxito educativo».
«Sólo sabemos tres cosas con seguridad va a ser un mundo de competencia global, va a tener muchas posibilidades y va a ser feroz e inclemente con quien no aproveche las oportunidades, si no preparamos a nuestros alumnos les condenamos a un futuro poco halagüeño».