Los Ministerios para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y de Consumo impulsan la campaña ‘Recuerdos inolvidables. La mascarilla es para ti, no para la naturaleza’. El objetivo es sensibilizar sobre el peligro que supone abandonarlas en entornos naturales
Los Ministerios para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y de Consumo han puesto en marcha la campaña ‘Recuerdos inolvidables. La mascarilla es para ti, no para la naturaleza’, con el fin de promover el uso de mascarillas protectoras y sensibilizar a los ciudadanos sobre los efectos del abandono en entornos naturales.
Una mascarilla higiénica común, abandonada en un entorno natural, puede tardar en degradarse entre 300 y 400 años. Y, mientras desaparece, puede afectar de múltiples formas a la flora y fauna del entorno, al agua y a los suelos que conforman ese espacio; o incluso acabar en el mar, uniéndose a los más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos que se vierten anualmente a los océanos.
El uso de mascarillas es indispensable para poder hacer frente a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, también mientras se disfruta de los espacios de alto valor natural que cubren, aproximadamente, el 30% del territorio. Sin embargo, el uso de estos protectores no puede agravar un problema que afecta a los entornos naturales a escala global: el abandono indiscriminado de residuos, en su mayor parte de origen plástico, un fenómeno conocido, en su acepción inglesa, como littering y que el Gobierno de España ya incluye como uno de los indicadores para evaluar la calidad ambiental del país.
Para alertar sobre el impacto de su abandono u olvido en entornos naturales, se ha puesto en marcha esta campaña para hacer frente a este grave problema ambiental. De hecho, gracias a sus demandas, la Unión Europea, con el apoyo de España, ha aprobado en tiempo récord una normativa que limita los plásticos de un solo uso y que España ha incorporado al anteproyecto de Ley de Residuos.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad individual de los ciudadanos, clave en las tres fases de la mascarilla: compra, uso y desecho”. En la primera de ellas ha apelado al “consumo responsable” y ha recordado que, frente a las mascarillas higiénicas y quirúrgicas de un solo uso, el Gobierno recomienda adquirir cuando sea posible las reutilizables -de especificación UNE 0065-, que permiten reducir la cantidad de residuos generados.
Garzón ha insistido también que ese “consumo responsable” debe ir ligado a un correcto uso para evitar la propagación del COVID-19. “Todos y todas tenemos que ser conscientes de la importancia de la mascarilla y promoverla en nuestro entorno porque la salud de toda la población está en juego”.
Al contenedor gris
Con carácter general, los residuos asociados a la protección frente al COVID-19 y, especialmente, las mascarillas. guantes y otros equipos de protección personal, deberán depositarse en la fracción resto domiciliaria (el contenedor gris de residuos no separables) y en ningún caso podrán ser abandonados en la vía pública o en un entorno natural.
Por otro lado, y al objeto de recurrir el consumo de productos de un solo uso, se fomenta el uso de mascarillas higiénicas reutilizables (Especificación UNE 0065) para su uso por parte de la población; y se recomienda la utilización de guantes de un solo uso únicamente en circunstancias concretas, siendo en general preferible no emplearlos y ser rigurosos con las medidas de higiene, como lavarse frecuentemente las manos y evitar tocarse la cara.
Basuras marinas
En función del material que se haya usado en su fabricación, la mayoría de las mascarillas incluyen polipropileno no tejido, un tipo de plástico. Algo similar ocurre con los guantes desechables, habitualmente confeccionados con vinilo, vitrilo, polietileno o látex; y con los envases en los que se comercializan tanto mascarillas como guantes o el gel hidroalcóholico, donde la presencia del plástico es habitual.
La fragmentación de todos estos residuos puede constituir, además, una fuente de acumulación de microplásticos en el medio, cuestión que agrava aún más los efectos asociados al abandono de basuras dado que, entre otras cuestiones, introduce los residuos plásticos en la cadena trófica, especialmente de la fauna marina.