El fiscal de delitos económicos Julián Salto, con 19 años de experiencia, ha negado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) haber recibido presiones en relación con la denuncia que presentó contra Alberto González Amador, empresario comisionista y pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Salto aseguró que tanto la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, como la fiscal jefe provincial, Pilar Rodríguez, actuaron dentro de la legalidad al solicitarle información sobre el caso. “Me pidieron de manera legal los correos que desmentían el bulo lanzado por el Gobierno madrileño en defensa del defraudador confeso”, declaró el fiscal, dejando claro que no hubo interferencias indebidas en su trabajo.
El origen de la polémica
El caso se remonta a la noche del pasado 13 de marzo, cuando Lastra y Rodríguez contactaron de urgencia a Julián Salto para aclarar detalles sobre la denuncia presentada contra González Amador. El empresario, pareja de Díaz Ayuso, había sido acusado de fraude en un procedimiento que generó un gran revuelo político y mediático, especialmente después de que desde el entorno del Gobierno madrileño se sugiriera que el fiscal habría ofrecido un supuesto acuerdo para reducir posibles sanciones.
Sin embargo, Salto ha desmentido tajantemente estas afirmaciones: “Es incierto que yo ofreciera ningún tipo de acuerdo”, señaló durante su declaración ante el TSJM, dejando claro que no ha existido ninguna negociación con el acusado.
La defensa de la autonomía fiscal
Durante su intervención, el fiscal destacó que, pese a la complejidad mediática y política del caso, su actuación estuvo guiada por criterios estrictamente legales y técnicos. “Nadie me presionó, y las solicitudes de información por parte de mis superiores fueron completamente legales”, afirmó.
El fiscal también señaló que el caso no debería ser utilizado como arma política y recordó la importancia de respetar la independencia del Ministerio Público en la investigación de delitos económicos.
Contexto político y mediático
El caso contra González Amador ha estado rodeado de controversia debido a su relación con Díaz Ayuso, una figura clave del Partido Popular y un nombre recurrente en la arena política nacional. Desde que se conoció la denuncia, el entorno de la presidenta madrileña ha defendido al empresario, llegando incluso a calificar las acusaciones como parte de una “campaña de desprestigio” contra la líder autonómica.
No obstante, las declaraciones de Julián Salto ante el TSJM parecen desmontar esta teoría, al confirmar que no existió ningún tipo de irregularidad en el manejo de la denuncia ni presiones para alterar el curso de la investigación.
Lo que sigue
Con las declaraciones del fiscal, el caso continúa su curso en los tribunales, mientras la atención pública sigue centrada en las posibles implicaciones políticas y legales del caso. Aunque el fiscal Julián Salto ha reafirmado la legalidad de sus actuaciones, el impacto de este proceso en la imagen de Díaz Ayuso y su pareja seguirá siendo un tema candente en el panorama político madrileño.