Los vecinos de la barriada Príncipe Alfonso han denunciado el estado en el que se encuentra el Fuerte del Príncipe Alfonso, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) y totalmente abandonado. Techos derrumbados, habitaciones quemadas y basura por todas partes, así se encuentra el edificio que un día albergó a la Guardia Civil en el Príncipe. El Foro de Ceuta ha accedido a su interior y ha podido comprobar el mal estado en el que se encuentra la construcción neomedieval
El Fuerte Príncipe Alfonso fue construido por el Comandante de Ingenieros D. Paulino Aldaz al término de la Guerra de Africa (1850-1860) tras el tratado de Wad-Ras. De arquitectura neomedieval, la construcción cuenta con unas vistas privilegiadas que, en su momento, se utilizaron para vigilar la nueva frontera con Marruecos, dominando el arroyo de las Bombas y el paso fronterizo del Tarajal.
El edificio que albergó durante años a la Guardia Civil en el Campo Exterior y posteriormente se dedicó a almacenar pólvora y a depósito de armas, ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC), aunque su aspecto actual no se corresponda a su categoría.
La construcción histórica situada en la barriada Príncipe Alfonso se ha convertido en algo más parecido a un vertedero que a un fuerte medieval. Punto de operaciones policiales y hasta hace poco albergue de migrantes y personas sin techo, el edificio se encuentra totalmente abandonado.
Techos caídos, habitaciones calcinadas y elementos de su arquitectura destrozados hacen de lo que debería ser una atracción turística visitable una muestra de la dejadez más absoluta. Son numerosas las quejas de los vecinos de la zona sobre el estado del Fuerte Príncipe Alfonso. «A ver si hacen algo con esto», se queja uno de los vecinos de la barriada que pasa la tarde sentado a las puertas del edificio, junto a otros dos hombres también vecinos de El Príncipe.
Los tres coinciden en que «es una pena» el estado en el que se encuentra la construcción. Hacen especial referencia al pozo que se encuentra en el centro del patio del fuerte, que tiene la mitad de sus muros roto. «Hasta que no haya una desgracia esto nadie lo va a arreglar» se queja otro de los vecinos, que se refiere a los niños que a veces se cuelan para jugar en el fuerte y al peligro que ese pozo supone para ellos.
«Aquí se tendrían que hacer talleres para las personas del barrio», propone Bachir Abdeselam, vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Príncipe, que lamenta la situación en la que se encuentra el Fuerte situado en la barriada.
Actualmente el edificio, que fue cedido por el Ministerio de Defensa, pertenece a la Consejería de Educación y Cultura, que justifica su estado afirmando que se está llevando a cabo una diagnóstico del estado de conservación de los bienes de interés cultural. Un informe que, aseguran desde Cultura, «esta prácticamente finalizado» y que va a dar «las pautas y las prioridades para actuar sobre los BIC de la ciudad», entre los que se encuentra el Fuerte situado en el Príncipe, cuya inclusión plan de rehabilitación de las torres neomedievales que se está proyectando con los recursos de los fondos europeos está en estudio.