El G-20, que representa el 85% del PIB mundial y dos tercios de la población global, se reúne en Río de Janeiro para abordar desafíos críticos en un mundo cada vez más multipolar. Esta cumbre se celebra en un contexto de incertidumbre política en Estados Unidos, con Joe Biden asistiendo como presidente saliente antes de que Donald Trump asuma nuevamente el cargo.
**Biden y el legado estadounidense**
Joe Biden llega a la cumbre con el objetivo de reafirmar el compromiso de Estados Unidos con sus aliados, a pesar de las divisiones internas y externas. Su presencia busca enviar un mensaje de estabilidad y continuidad, especialmente en temas como el cambio climático, donde muchos estados y ciudades estadounidenses mantienen compromisos firmes.
**El papel del sur global**
Desde su creación en 1999, el G-20 ha ampliado su agenda para incluir temas como el medio ambiente y la integración entre el norte y el sur globales. Las recientes cumbres han permitido una mayor participación de Estados emergentes, lo que ha sido clave para alcanzar consensos en temas urgentes.
**Potencias emergentes al frente**
En los próximos años, países como India, Brasil y Sudáfrica presidirán el G-20, lo que les permitirá establecer prioridades y agendas que reflejen sus intereses. Este cambio de liderazgo es visto como una oportunidad para redistribuir el poder global y dar voz a naciones que tradicionalmente han estado al margen de las decisiones internacionales.
**Desafíos geopolíticos y económicos**
El G-20 enfrenta el reto de coordinar políticas en un mundo donde las dinámicas geopolíticas del siglo XX están siendo cuestionadas. La rivalidad entre Estados Unidos y China, junto con las tensiones en Ucrania y Oriente Próximo, complican la búsqueda de soluciones comunes.
**Hacia un orden inclusivo y sostenible**
El futuro del G-20 dependerá de su capacidad para responder a las demandas de las nuevas generaciones y promover un orden global inclusivo y sostenible. Esto incluye la lucha contra el cambio climático y la reducción de la pobreza y la deuda en los países menos desarrollados.
**Conclusión**
El G-20 tiene la oportunidad de consolidarse como un foro clave para la cooperación internacional, siempre que pueda adaptarse a las necesidades del sur global y fomentar un diálogo constructivo entre todas las naciones. La cumbre en Río de Janeiro será un testimonio de su capacidad para liderar en un mundo en constante evolución.