La reforma del reglamento, con la que el Gobierno prevé regularizar a cerca de 300.000 personas al año en tres años, será aprobada este martes en el Consejo de Ministros. La normativa simplifica los requisitos para conseguir permisos de trabajo y residencia por la vía ordinaria, pero también abre una vía transitoria para sacar de la clandestinidad a solicitantes de asilo a los que denegaron su petición.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una reforma clave en el reglamento de la Ley de Extranjería que prevé regularizar a cerca de 300.000 personas al año durante los próximos tres años. Este nuevo enfoque, impulsado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, simplifica considerablemente los requisitos para que los migrantes en situación irregular puedan acceder a permisos de residencia y trabajo. Además, introduce una vía transitoria para regularizar a aquellos solicitantes de asilo que hayan tenido su petición denegada y actualmente se encuentren sin papeles en España.
Este cambio en la legislación responde al aumento de las peticiones de asilo en los últimos años y busca evitar que miles de migrantes se queden en la clandestinidad tras el rechazo de sus solicitudes de protección internacional. Según las fuentes gubernamentales, la reforma también permite que personas que lleven solo dos años en España (en lugar de tres como era anteriormente) puedan tramitar el permiso de residencia por “arraigo social”. Este cambio beneficiará especialmente a aquellos migrantes que llegaron de manera irregular y ya llevan cierto tiempo establecidos en el país.
Uno de los puntos más destacados de la reforma es la fusión de los conceptos de “arraigo social” y “arraigo laboral” en un nuevo mecanismo denominado “arraigo sociolaboral”. Este sistema facilitará la regularización de migrantes a través de una oferta de trabajo, con requisitos más flexibles, ya que se reduce la cantidad mínima de horas semanales que debe cubrir el contrato de trabajo, pasando de 30 a 20 horas.
El reglamento también crea un nuevo régimen de “arraigo de segunda oportunidad” para aquellos migrantes que, habiendo tenido autorización de residencia en los últimos dos años, no pudieron renovarla por razones administrativas. Este nuevo mecanismo ampliará el acceso a la regularización a personas que, por diversas circunstancias, se encontraron sin papeles de forma reciente.
Además, la reforma introduce una vía transitoria que regularizará a aquellos solicitantes de asilo cuya petición haya sido rechazada, permitiéndoles obtener un permiso temporal de residencia y trabajo. Aunque este procedimiento no establecerá una solución definitiva para la regularización de los solicitantes de asilo, sí les proporcionará un respiro y reducirá el riesgo de caer en la irregularidad.
En cuanto al «arraigo socioformativo», este nuevo concepto permitirá que migrantes en situación irregular que estén inscritos en programas de formación puedan acceder a permisos de residencia, y también combinar estos estudios con actividades laborales, hasta un máximo de 30 horas semanales. Este cambio busca evitar que los migrantes se queden atrapados en procesos burocráticos que impidan su integración laboral, ofreciéndoles una salida real a través de la educación.
Por otro lado, el reglamento restringe el arraigo familiar, limitándolo principalmente a casos de menores y personas con discapacidad de nacionalidades no comunitarias. Aunque anteriormente muchos migrantes pudieron regularizar su situación a través de este mecanismo, la reforma establece nuevas restricciones para evitar abusos del sistema.
Entre otras medidas, la reforma también crea un nuevo visado de residencia para búsqueda de empleo, que durará un año y facilitará la transición hacia permisos de trabajo. Además, se flexibilizan los requisitos para que los estudiantes internacionales puedan pasar de permisos de estudios a permisos de trabajo, mejorando las oportunidades de empleo a largo plazo para aquellos que deciden quedarse en España.
Con esta reforma, el Gobierno espera simplificar el proceso de regularización de migrantes, fomentando la integración laboral y social, y brindando una solución a la creciente demanda de protección internacional.