La ausencia de Dunia Mohamed, consejera de Servicios Sociales, en la reunión del Consejo de este viernes ha generado todo tipo de especulaciones al respecto. El portavoz del Consejo de Gobierno, Alberto Gaitán, ha salido al paso de las especulaciones asegurando que el equipo de Gobierno está «unido» y ha lamentado supuestas presiones que reciben tanto Mohamed, como Yamal Dris, consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbano
El portavoz del Consejo de Gobierno, Alberto Gaitán, ha asegurado que no hay ningún motivo, más allá del «descanso», que haya provocado la ausencia de la consejera de Servicios Sociales, Dunia Mohamed, de la reunión del Consejo de Gobierno celebrada este viernes. Sin embargo, el portavoz del Gobierno ha añadido a la respuesta que tanto Mohamed, como Yamal Dris, consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, estarían recibiendo «fuertes» y «despiadadas» «presiones» a nivel «personal y profesional», por lo que ha querido hacer hincapié en que el equipo de Gobierno está «unido» y «cohesionado» y no presenta «ninguna fisura«.
Esta extensión voluntaria en la respuesta de Gaitán a la pregunta de si Dunia Mohamed había acudido al Consejo de Gobierno no es casual. Dada la inestabilidad del Ejecutivo en esta legislatura, ya que carece de mayoría absoluta y esto le condiciona a buscar permanentemente el apoyo de otros grupos parlamentarios, los rumores sobre una posible moción de censura contra el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, o sobre la renuncia de alguno de los miembros del equipo de Gobierno, han sido constantes desde que Vivas decidiese buscar ese apoyo que necesita para gobernar en Vox Ceuta.
Y es que esta legislatura arrancó con un nuevo panorama para el Partido Popular ceutí -partido que ha ostentado el Gobierno de la Ciudad durante las dos últimas décadas- al carecer de mayoría absoluta. Sus exiguos nueve diputados le sirvieron para ser el partido que ganó las elecciones autonómicas, pero no para gobernar la Ciudad en solitario. En un primer momento buscó los apoyos del segundo partido más votado, el PSOE, para arrancar la legislatura y tener cierta estabilidad. Sin embargo, a finales del 2019, este pacto inicial con los socialistas saltó por los aires y el Gobierno de la Ciudad miró hacia el extremo del otro costado del tablero político fraguando una nueva alianza, esta vez con Vox Ceuta.
Pero la estabilidad de ese nuevo «acuerdo» no tardó demasiado en correr peligro. Las filtraciones de supuestas conversaciones internas, tanto en forma de mensajes de texto como de audio, que presuntamente pertenecen a los líderes del partido de ultraderecha y cuyo contenido es claramente racista y supremacista, han ido erosionando la confianza de la ciudadanía ceutí en el Ejecutivo local, que se vio cuanto menos cuestionado el 28 de febrero de 2020, jornada en la que se celebró la manifestación más multitudinaria de este siglo en Ceuta en la que miles de ceutíes repudiaron el pacto con Vox y reclamaron al presidente de la Ciudad que cumpliese con lo que prometió en campaña electoral y rompiese relaciones con el partido de extremaderecha.
Desde entonces, Vox Ceuta ha ido coleccionando nuevos escándalos, no solo por filtraciones, sino también por las manifestaciones y publicaciones en redes sociales de sus propios dirigentes, lo que solo ha servido para aumentar aún más la crispación social y el hartazgo de una sociedad que ve cómo corre peligro su bien más preciado: la convivencia.
En este marco, es en el que desde el Partido Popular de Ceuta han denunciado en más de una ocasión que dos de los actuales consejeros del Gobierno de la Ciudad Autónoma, Dunia Mohamed y Yamal Dris, han recibido «presiones» para que, de algún modo, se volviesen contra el Partido Popular, ya fuese participando en una hipotética moción de censura contra Vivas o abandonando la disciplina del Grupo Parlamentario del PP y pasando a engrosar el número de diputados no adscritos en la Asamblea.
La ausencia de Mohamed en el Consejo ha hecho disparar todas las alarmas, pero el Gobierno le ha restado importancia e insiste en que no hay hilos sueltos de los que tirar en la madeja del Partido Popular de Ceuta.
Que la diputada por el PP Dunia Mohamed, consejera de Servicios Sociales, y el diputado, también del PP, Yamal Dris, consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, estarían recibiendo «fuertes y despiadadas presiones», al parecer por su condición de su fe religiosa, pues los diputados de religión cristiana no han recibido esas presiones, dice mucho de que en esta sociedad ceutí el pertenecer a la religión musulmana estaría por encima de toda ideología política. Lo cual es de temer, porque guiarse por sentimientos religiosos en vez de políticos conduce a un retroceso en el tiempo y en el espacio, es decir, no separar lo religioso de lo político suele traer consecuencias peligrosas para la estabilidad de la convicencia en el tejido social.
joe con los nazis cristianos se creen que estan en la alemania nazi