El ministro Pablo Bustinduy defiende la legalidad de las sanciones impuestas y asegura que «ningún chantaje ni insulto» detendrá su labor para proteger los derechos de los consumidores
La confrontación entre el Gobierno español y Ryanair ha escalado este miércoles, cuando el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, acusó a la aerolínea irlandesa de chantaje tras las declaraciones de su fundador y presidente, Michael O’Leary, quien lo calificó de «loco comunista» en una rueda de prensa en Bruselas.
Ryanair lleva semanas en el centro de la polémica, primero enfrentándose a Aena por las tarifas aeroportuarias y ahora atacando al Ministerio de Consumo por la multa de 100 millones de euros impuesta por cobrar el equipaje de mano y otras irregularidades. La sanción, que también afecta a Vueling, easyJet, Norwegian y Volotea, se basa en sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y en la legislación española.
En declaraciones al programa Al Rojo Vivo de LaSexta, Bustinduy respondió a O’Leary asegurando que la multa busca garantizar que se cumpla la ley. «No creo que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Parlamento Europeo y el Gobierno de España sean locos comunistas», afirmó. Además, señaló que Ryanair utiliza «chantaje, presión e insultos» como estrategia para alcanzar sus objetivos y maximizar sus beneficios, que se han multiplicado por diez en el último trimestre.
El ministro fue tajante: «Ningún chantaje ni insulto va a hacerme cesar en el empeño de defender a la gente frente a los poderosos». Asimismo, recordó que Ryanair tiene derecho a recurrir la sanción, pero subrayó que su obligación como titular de Consumo es priorizar los derechos de los consumidores por encima de los intereses de cualquier multinacional o magnate millonario.
La postura de Aena
La gestora aeroportuaria Aena, cuyo 50% del capital es público, también ha señalado que las recientes acciones de Ryanair en España, incluida la reducción del número de vuelos como protesta por las tarifas aeroportuarias, constituyen «un chantaje en toda regla». Así lo afirmó su presidente, Maurici Lucena, quien respaldó la postura del Gobierno frente a las presiones de la aerolínea.
Ryanair, por su parte, ha mantenido una postura crítica tanto con Aena como con el Ejecutivo español, denunciando lo que considera prácticas injustas en la regulación del sector aéreo. O’Leary ha defendido su política de equipaje y tarifas, argumentando que las restricciones son necesarias por motivos de seguridad.
El enfrentamiento entre el Gobierno, Aena y Ryanair refleja la creciente tensión en el sector aéreo, donde las grandes compañías buscan optimizar beneficios mientras las autoridades intentan equilibrar la protección de los derechos de los consumidores y la regulación del mercado.