El Ministerio de Transportes reduce la inversión prevista y reactiva los estudios técnicos para una infraestructura estratégica que uniría Europa y África a través del Estrecho de Gibraltar.
El Gobierno español ha dado un nuevo paso hacia la posible construcción de un túnel submarino que conecte España con Marruecos a través del Estrecho de Gibraltar. Esta ambiciosa infraestructura, de alto valor estratégico, busca unir los continentes europeo y africano mediante una conexión permanente que facilitaría el tránsito de pasajeros, mercancías y servicios entre ambas orillas.
El Ministerio de Transportes, liderado por Óscar Puente, ha revisado a la baja la partida económica destinada al proyecto: de los 2,43 millones de euros inicialmente previstos se han asignado finalmente 1,63 millones, según figura en el portal de contratación del Estado y adelantó el medio Vozpópuli. La reducción responde, según SECEGSA (Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar), a la eliminación de tareas como el estudio de la galería de reconocimiento o la necesidad reducida de explorar rutas alternativas.
Estudios técnicos en marcha
La empresa pública Ineco será la encargada de elaborar estudios clave para la viabilidad del proyecto, incluyendo uno de rentabilidad financiera, otro funcional y un análisis de la demanda. También deberá definir las posibles ubicaciones para la infraestructura, que por ahora se reducen a dos opciones: Algeciras y la costa de Tarifa, ambas en dirección a Cádiz.
A nivel técnico, la compañía alemana Herrenknecht —líder mundial en túneles— está evaluando la viabilidad de la construcción, con el objetivo de finalizar su informe en junio. Este trabajo irá de la mano del análisis de Ineco, que tendrá listos sus estudios de viabilidad física y financiera durante el verano. Entre los aspectos que se analizarán figura la factibilidad de excavar en formaciones geológicas complejas como los flyschs del Estrecho.
En paralelo, el Gobierno alquiló recientemente cuatro sismómetros por un valor de 486.420 euros a la empresa madrileña TEKPAM Ingeniería SL para llevar a cabo nuevos estudios del fondo marino. Se trata de una inversión clave para avanzar en la caracterización sísmica de la zona.
Un proyecto con más de cuatro décadas de historia
El sueño de una conexión fija entre Europa y África se remonta a 1980, cuando España y Marruecos firmaron un acuerdo para estudiar su viabilidad. Desde entonces, ambas naciones han constituido sociedades específicas —SECEGSA en España y SNED en Marruecos— y han desarrollado numerosos estudios geológicos, sismológicos y oceanográficos. Se han realizado perforaciones profundas en tierra y ensayos geotécnicos mediante galerías piloto, tanto en Tánger como en Tarifa.
El trazado actualmente contemplado prevé un túnel de 38,5 kilómetros entre Punta Paloma (Cádiz) y Tánger, de los cuales 27,7 kilómetros serían submarinos. El proyecto consistiría en dos túneles ferroviarios paralelos.
Impulso político tras el deshielo diplomático
El interés político por esta infraestructura se ha reactivado tras la normalización de relaciones entre España y Marruecos en abril de 2022, con la visita del presidente Pedro Sánchez al rey Mohamed VI. Durante la Reunión de Alto Nivel celebrada en Rabat en febrero de 2023, la entonces ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunció una nueva fase de impulso para los estudios del proyecto, que calificó como «estratégico» para ambas naciones.
En abril del mismo año, el comité mixto hispano-marroquí celebró una reunión telemática para coordinar esfuerzos, aunque desde el Ministerio se insiste en que, por el momento, el proyecto se encuentra en fase de estudio. Para que se materialice, será necesario firmar nuevos acuerdos bilaterales.
El túnel submarino del Estrecho de Gibraltar sigue siendo, por ahora, una ambiciosa promesa. Pero con los estudios técnicos y la voluntad política en marcha, vuelve a colocarse en el centro de la agenda estratégica entre Europa y África.