Como si de un pirómano se tratara la Consejería de Presidencia y Relaciones Institucionales no cesa en su empeño de incendiar el Reglamento de Bomberos que si bien, y hablando en otros términos, es conveniente su modificación, pero no a la ligera, sino con un arduo trabajo en sintonía con los agentes sociales, la propia necesidad de cambio, las peculiaridades del actual parque, la normativa vigente, así como la aceptación de los técnicos del mencionado cuerpo.
Y es que desde el área competente tras varias reuniones con los agentes sindicales y principalmente con CCOO, no desea acabar esta legislatura sin que los bomberos vean modificada su propia y principal guía de desempeño y herramienta que desgrana sus cometidos, de quien dependen, y con quienes coordinan en caso de necesidad, entre otras características.
Desde CCOO deseamos que este gobierno junto con sus colaboradores hagan sofocar las llamas que calientan las ideas para aprobar en pleno una modificación en la que ninguna de las partes está de acuerdo, salvando los intereses personales de quien aviva ese fuego desde la propia Consejería para transformar un reglamento que es mucho más que un simple cambio por la vía de urgencia antes de finalizar la legislatura, se nos antoja tirar de refranero español «vísteme despacio, que tengo prisa».
Una comisión de trabajo en el que estén representadas todas las partes es la pretensión de CCOO para su aprobación, equipo de técnicos desde donde se aborde el contenido de cuyo articulado deban de ser los adecuados al ordenamiento jurídico, a los protocolos de actuación, y haciendo un guiño al movimiento existente hacia un planteamiento estatal en el que Comisiones Obreras está muy presente y donde servirá de base para todos los parques nacionales.
Esta Consejería está enferma de «prisa» en el tiempo de las pantallas, de la velocidad, de la incesante necesidad del ya y del ahora, y en CCOO fruto de su veteranía, de su hábito o costumbre, de las innumerables negociaciones en las que siempre ha estado presente y ha abanderado, aconsejamos, recomendamos y, si cabe, le advertimos que cesen en su empeño. Siguiendo con la literatura y el refranero «la experiencia no anda de prisa, ni tampoco se improvisa».
En CCOO ansiamos saber que esta intención de la Consejería de incendiar el actual Reglamento de Bomberos quede en papel mojado para su total extinción.