El Gobierno de España no contempla la eliminación de la ‘tasa Google’ pese a la amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos. Así lo ha manifestado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en Bruselas, donde se encuentra reunido con sus homólogos de la zona euro para evaluar el impacto de las medidas comerciales anunciadas por la Administración de Donald Trump.
El ministro ha defendido la importancia de este impuesto, argumentando que busca una distribución más justa de la fiscalidad internacional y no debe ser objeto de represalias comerciales. “Tenemos que reforzar, en el marco de la OCDE, la narrativa y la necesidad de avanzar con estos impuestos, porque garantizan una mayor equidad en la imposición fiscal a nivel global”, ha declarado Cuerpo.
La ‘tasa Google’ forma parte de un acuerdo global impulsado en 2021 por la OCDE, en el que participaron 140 países. Este acuerdo buscaba aumentar la fiscalidad de las grandes tecnológicas para que tributen en todos los países donde operan, además de establecer un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales. Sin embargo, mientras que la UE logró aplicar este último en toda la región, el impuesto a los servicios digitales quedó en manos de cada país, con España como una de las naciones que optaron por aplicarlo de forma independiente.
La Administración de Trump, en un intento de contrarrestar estos impuestos, estudia la imposición de ‘aranceles recíprocos’ dirigidos a productos europeos. Además, ha señalado su desacuerdo con el IVA, impuesto que considera un factor perjudicial para las empresas estadounidenses, a pesar de ser un tributo generalizado en más de 180 países. Cuerpo ha rechazado esta interpretación, asegurando que el IVA no genera un desequilibrio comercial, ya que se aplica por igual a empresas nacionales e internacionales.
A pesar de las tensiones comerciales, el ministro de Economía ha expresado su confianza en alcanzar un acuerdo con Washington. “Tenemos que ser optimistas sobre la capacidad de reforzar la relación entre dos socios estratégicos. España y la UE seguirán apostando por el diálogo para evitar una escalada de tensiones”, ha afirmado Cuerpo.
Mientras tanto, los ministros de la eurozona también debaten sobre otro desafío clave: el aumento del gasto en defensa y sus mecanismos de financiación. España aboga por una combinación de deuda conjunta, flexibilización de las reglas fiscales y apoyo de entidades europeas como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Sin embargo, esta propuesta se enfrenta a la oposición de países como Alemania y los llamados ‘frugales’, que rechazan una mayor emisión de deuda y proponen recortes en otras áreas del presupuesto.
El panorama económico y político en Europa se complica con la posibilidad de nuevos aranceles estadounidenses, lo que obliga a la UE a prepararse para un posible endurecimiento de la guerra comercial con Estados Unidos. En este contexto, España mantiene firme su postura sobre la fiscalidad digital, apostando por un sistema más equitativo a nivel internacional.
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