Antes de nada, voy a recordar un hecho trágico ocurrido en las costas de Marruecos;
En septiembre de 2018, una unidad de la Marina Real marroquí abrió fuego contra una lancha neumática en la que viajaba un grupo de inmigrantes, entre esos inmigrantes se encontraba una joven marroquí llamada Hayat con tan solo 20 años, estudiante de derecho, una persona muy difícil de ver con el estereotipo que siempre intenta etiquetar la ultraderecha de VoX en España, una chica joven muerta a balazos desde una patrullera marroquí con munición de guerra, la conmoción en Marruecos no se hizo esperar y aunque las autoridades marroquíes y medios trataron de tapar este crimen las imágenes llegaron en forma de protesta he indignación que no tardó en aplacarse con mano dura y represión en Marruecos, si nos enteramos de este hecho tan grave es porque había implicado un español natural de Ceuta capitaneando una lancha neumática, gracias a las organizaciones de los derechos humanos y la era digital ciudadana se hizo posible visualizar en España el drama de los marroquíes y la vulneración de los derechos humanos en dicho país, recordando a todos que Europa y nuestro país es cómplice de esos crímenes, ya que paga a marruecos para contener la inmigración, mucha más complicidad fue el silencio de Europa, esa Europa que acostumbra a llamar dictadura a Venezuela y en cambio no solo calla con Marruecos, sino que alienta a que todo esto ocurra.
Desde la ultraderecha y los medios que les dan el altavoz sin desmontar sus mentiras, manifiestan que estas personas son en sí el diablo o el demonio que vienen a robarnos, a saquearnos, a violar a nuestras mujeres, aparte que todo eso es falso conciben el problema en los que vienen, pero nunca van a la raíz del problema, Mohamed VI el Rey de Marruecos.
Yo tengo claro del por qué los de VoX nunca critican a la monarquía marroquí, no lo hacen porque es la pieza de un puzle siniestro marcado por los mismos que los financian y alientan a sus mensajes de odio y fascismo, esos que alientan a VoX son los burgueses que con la complicidad de Mohamed VI están explotando al pueblo marroquí, o mejor dicho la complicidad de VoX con el capitalismo y el deshumanizado mundo de la explotación como es el país vecino, desde Amancio Ortega, empresas textiles, electrodomésticos, automovilismo, etc., etc., están haciendo un gran negocio las grandes oligarquías europeas, incluido los burgueses españoles, marruecos sigue siendo una colonia a nivel empresarial, conduciendo al país a la falta de derechos con los que choca frontalmente el capitalismo, donde el rey juega un papel importante para proceder a ser el mecenas de M.U.E., mafias unidas de Europa, se juegan muchos intereses, muchísimos, hay mucho dinero en juego y los marroquíes son víctimas de dicha codicia, pues teniendo en cuenta que Marruecos es un gran país, atractivo para el turismo y con personas muy trabajadoras, es para pensar que siendo así esté tan mal como está, la prueba palpable son esas pateras llenas de marroquíes que sin mirar atrás se juegan la vida, pues el hambre empuja de la manera más desesperada a arriesgar la vida.
A mí y los que piensan como yo se procede siempre a que se nos llamen radicales, su significado es «aquello perteneciente o relativo a la raíz» en cierto modo con lo que expreso voy directo a la raíz del problema que casualmente como en España y en el resto del mundo siempre aparece la palabra Monarquía, pareciera que tienen los monarcas mundiales un sindicato, ya que todos ellos se llaman hermanos y primos o sobrinos, sus abrazos y sonrisas denotan que son de una misma especie, al margen de la cultura o religión que tengan, sus complicidades son apoyadas siempre por esa burguesía que como en el caso de Marruecos explota al sus súbditos, el rey claro está es arrendatario de todo, tanto de las tierras como de sus ciudadanos, nosotros en la izquierda vamos a la raíz del problema, la ultraderecha pone etiquetas a las minorías que son víctimas de sus representados burgueses, la prueba de ello es que se meten con Venezuela y no dicen nunca nada de una dictadura cercana como la que tenemos al lado, yo jamás veré como a un invasor a los parias de la tierra que tratan de construir un mundo mejor para ellos y sus familias, igual el invasor son esos fondos buitres que compran viviendas públicas con gente viviendo en ellas y luego las echan de sus casas, esos extranjeros no vienen en pateras y que casualidad no son motivo de rechazo del identitarismo patriótico por los exaltados y creadores de noticias falsas, los señores de VoX.
Ver en el día de hoy la noticia de un centenar de jóvenes marroquíes venir a nado desde la parte marroquí me hace pensar siempre lo mismo, pensar que nadie arriesga su vida como lo hacen como si fuese una chiquillada, hay que ponerse en la piel de estos jóvenes, hay que pensar del por qué estos chicos hacen una acción tan temeraria que pone en riesgo sus vidas y que puede hacer que muchas madres sientan la angustia de ver a sus hijos muertos en el mar.
Hace mucho tiempo fui a Marruecos con unos amigos en una edad muy joven, nunca voy al olvidar imágenes que se quedaron grabadas para siempre, la de niños deambulando por las calles como lo hacen los animales callejeros, un niño con la piel mugrienta, con el pelo rubio y los detalles de su ropa, ropa sesgada por la pobreza extrema, eso zapatos deportivos viejos con las sulas sueltas y el pobre chiquillo andando con la fuerza desgastada intentando que esa sula suelta no llegara a soltarse del todo, recuerdo que ese niño robó una uva en un puesto de frutas, de esos que abundan en los zocos, recuerdo que un policía marroquí le dio de guantazos a no parar, tan solo por una uva.
Hay que ponerse en la piel de aquellos que pasan hambre y ver hasta dónde pueden llagar tan solo por poder comer algo, se me quebró el alma al ver eso, yo era muy joven y jamás vi algo parecido, mientras yo y mis amigos disfrutábamos en Marruecos de su comida y bajos precios, con lo poco de aquí allá era mucho, quizás los que me acompañaran pensaran, woo que gran país Marruecos, pero a mí en cambio no me dio esa impresión, pude ser que el dinero de nuestros bolsillos fuera mucho más que del bolsillo de nuestros vecinos marroquíes, pero siempre he pensado que la riqueza de un hombre es su humanidad, no se puede sentir paz viendo esas cosas.
Las diferencias de España y Europa con Marruecos son enormes en cuento al derecho del menor, en nuestro país, un menor no puede deambular por las calles y se establece unos derechos al menor incondicionalmente de que sea extranjero o no, si en Marruecos existe la figura de menores mendigos en España eso es algo que no se permite y por ley se actúa, llegando incluso el caso de tutelar a menores que no son tratados con la dignidad que marca nuestra constitución a familias españolas, tanto es así que por poner un ejemplo si un menor no acompañado portugués es encontrado en España las autoridades españolas se ponen en contacto con la portuguesa y reagrupan al menor conforme a la ley y derechos que les otorga la ley, en el caso de los menores marroquíes queda claro que no se pueden devolver a Marruecos, primero porque Marruecos es un país no firmante ni garante de los derechos humanos, segundo porque vulnera todos los derechos al menor permitiendo que estos niños vivan en las calles sin escolarización y sin esos derechos que tanto España como Europa tienen un férreo compromiso y desempeño por cumplir, principalmente porque tanto España como Europa son firmantes y defensores de los derechos humanos, con un fuerte compromiso de que se cumplan y se lleven a cabo, en este sentido el que no entienda que ayudar a estos chicos es un sí a los derechos humanos, es que en realidad no tienen en su ser ese sentimiento cristiano, o sentimiento universal que nos hace sentir verdaderamente humanos y no autómatas sin sentimientos ni empatía.
La anomalía en este sentido es ver como Europa tiene acuerdos comerciales con una dictadura que vulnera los derechos humanos, ya que grandes corporaciones producen productos manufacturados a precios de explotación con los que se garantiza un gran negocio del que tanto la monarquía marroquí como dichos empresarios se enriquecen, por el contrario, Europa no hace nada por detener esas vulneraciones de los derechos humanos que el reino del país vecino incumple siempre, Marruecos es una dictadura consentida por Europa, el mercado importa más que los derechos humanos, el Rey soberano exportando a Europa y al tiempo maltratando al pueblo, eso sí con la complicidad directa de Europa, una Europa que llama directamente dictadura a Venezuela, al que se le impone sanciones porque se expresa que allá se vulneran los derechos humanos y en cambio en Marruecos no pasa nada de nada, no molestemos a Mohamed VI que nuestros burgueses tiene sus fábricas montadas allá.
Tener dentro de nosotros un rasgo de humanidad no es en sí el efecto llamada que tanto se afana la ultraderecha en etiquetar, el efecto llamada es el hambre, la complicidad de España y Europa con una dictadura, estas personas que huyen del hambre es el producto del capitalismo, por eso somos radicales, porque vamos a la raíz del problema, procuramos solucionar esos problemas desde su raíz, el enemigo no es Marruecos ni su gente, son los mismos de siempre, esos poderosos capitalistas que explotan a los pueblos, junto a la tiranía de dictadores que doblegan a la buena gente, gente trabajadora, educada, con un gran potencial humano, quizás todas estas personas con el tiempo sean la punta de lanza para una revolución en el país vecino, quizás sean los primeros en romper con esa tiranía plácida ante Europa y sus burgueses, desde España los demócratas pedimos república, más democracia y no monarcas, demostrado está que monarquía y democracia son incompatibles, mientras haya súbditos no hay democracia, viva marruecos y viva España, pero libres de explotadores y odiadores profesionales.