Con la llegada de la Navidad, muchas empresas ven en estas fechas una oportunidad para incrementar sus ingresos anuales. Sin embargo, para algunas, como las dedicadas a la fabricación y distribución de cestas navideñas, estos meses son vitales para su supervivencia económica.
Antonio Gea, director general de Sadival, una empresa con 25 años de experiencia en el sector, explica que su negocio depende casi exclusivamente de las ventas realizadas entre septiembre y diciembre. Durante el resto del año, se preparan para esta temporada clave reuniéndose con proveedores y elaborando catálogos.
El mercado de las cestas navideñas ha evolucionado significativamente. La crisis de 2008 eliminó a muchos pequeños distribuidores, permitiendo que las empresas sobrevivientes crecieran. Sadival, por ejemplo, ha pasado de vender 10,000 lotes en su primera campaña a cerca de 670,000 en la actualidad.
**Diversificación de Productos**
Las cestas han sabido adaptarse a las nuevas demandas del consumidor. Ahora incluyen opciones sin alcohol, veganas, sin gluten y ecológicas. Además, algunas empresas, como Makro, han transformado sus campañas en iniciativas solidarias, donando parte de las ganancias a ONGs.
**Precios y Exclusividad**
El mercado también ha visto un aumento en la demanda de cestas premium. En El Corte Inglés, los precios pueden superar los mil euros, con productos de alta gama como jamones de bellota y vinos exclusivos. No obstante, también existen opciones más económicas, adecuadas para todos los bolsillos.
**Aspectos Fiscales**
Regalar cestas navideñas a empleados puede tener implicaciones fiscales. Según Carlos Cruzado, presidente del sindicato de técnicos de Hacienda, estas cestas son consideradas retribuciones en especie, lo que implica que deben ser declaradas tanto por el empleador como por el empleado.
**Sorteos y Premios**
Además de las cestas tradicionales, algunos establecimientos organizan sorteos de cestas con premios significativos. Un ejemplo es la venta de carretera El Paisano, que ofrece una cesta valorada en 850,000 euros, incluyendo desde un piso hasta un lingote de oro.
En conclusión, las cestas navideñas no solo son un símbolo de generosidad y celebración, sino también un elemento crucial para la economía de muchas empresas. A medida que el mercado evoluciona, estas cestas continúan adaptándose a las nuevas tendencias y necesidades del consumidor.