El Instituto de las Mujeres presenta sus guías, dirigidas a administraciones públicas y empresas privadas, con orientaciones técnicas para incorporar la perspectiva de género en todo el ciclo de gestión de proyectos financiables. La perspectiva de género es uno de los pilares del plan de recuperación, transformación y resiliencia (PRTR) permitirá a España hacer frente a la crisis derivada del COVID-19
El Instituto de las Mujeres ha presentado esta mañana las guías para la incorporación de la perspectiva de género en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Su objetivo, en palabras de la directora del Instituto, Antonia Morillas, es “plantear una serie de recomendaciones para que el enfoque de género se incluya de manera transversal en todo el ciclo de gestión de los proyectos financiables con los fondos europeos”.
En un Webinario que ha contado con la participación de más de 200 personas pertenecientes a ministerios de la Administración General del Estado, agencias y empresas públicas, organismos de las CCAA y entidades de ámbito local, incluida la FEMP, así como varias Diputaciones Provinciales.
El PTRT canalizará hacia España 140.000 millones de euros de fondos comunitarios hasta 2026, para apoyar a corto plazo la recuperación tras la crisis sanitaria, impulsar a medio plazo un proceso de transformación estructural, y llevar a largo plazo a un desarrollo más sostenible y resiliente desde el punto de vista económico-financiero, social, territorial y medioambiental.
El PRTR está inspirado en la Agenda del Cambio, en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Involucra a administraciones públicas, entidades privadas y partenariados público-privados en el desarrollo de proyectos financiados con estos fondos. Se sustenta en cuatro pilares que vertebrarán la transformación del conjunto de la economía española: transición energética, transformación digital, cohesión social y territorial e igualdad de género, este último con carácter transversal.
La directora del Instituto, Antonia Morillas, ha destacado precisamente que la igualdad de género se haya incorporado como cuarto pilar y una de las prioridades. “Tiene una gran relevancia y significado político, no solo por la transversalidad, sino también porque dos de los sectores productivos que se enuncian en el plan, transformación digital y transición energética, las mujeres estamos subrepresentadas; si no se incorpora ahí el enfoque de género estaremos contribuyendo a apuntalar esa desigualdad”.
El Instituto de las Mujeres ha elaborado dos guías, una dirigida a administraciones públicas y otra a entidades privadas y/o partenariados públicoprivados. La incorporación de la igualdad de género en el PRTR se realiza en dos direcciones: a través de procedimientos transversales de fomento de la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres; y con medidas específicas de gran impacto en la lucha contra la desigualdad.
El reto, según Antonia Morillas, es “conseguir que el principio de la transversalidad no se quede en una palabra hueca, sino que sean instrucciones técnicas precisas para que la equidad de género esté en todos los mecanismos administrativos de principio a fin”.
En el cierre de la jornada y a modo de conclusión, Morillas ha incidido en la necesidad de realizar un “adecuado diagnóstico de las brechas de género en los trabajos previos al diseño de las convocatorias públicas”, “establecer indicadores con el objetivo claro de reducir las desigualdades de género” y que en las convocatorias públicas se incluyan como cláusulas de igualdad la elaboración de planes de igualdad, protocolos de prevención de acoso y el registro retributivo, entre otros. Además, se plantean criterios que premien la calidad técnica de los proyectos en materia de igualdad, con medidas de acción positiva como la contratación de mujeres.
El cumplimiento de criterios de presencia equilibrada en los órganos instructores y comisiones de evaluación y poner en el centro otro modelo de salida de la crisis que sirva para impulsar la transformación del modelo productivo en términos de equidad y justicia, son otros de los aspectos destacados por la directora del Instituto de las Mujeres que ha recalcado la importancia de “incorporar en los proyectos a colectivos especialmente vulnerables”.