Un tema central en todos los mensajes de los candidatos en estas elecciones es que ponen el interés de Ceuta y de los ceutíes por encima de sus intereses particulares, pero en ocasiones actúan en contra de este mensaje, demostrando que no todo lo que dicen en campaña está interiorizado en su pensamiento.
Ayer, anoche para ser más concretos, se produjo en Ceuta dentro de la campaña electoral uno de esos episodios que nos dejan perplejos ante la demostración del poco respeto que se tiene hacia el posible electorado; algo que debería ser una prioridad para los candidatos a la presidencia de la ciudad.
Anoche estaba previsto en RTVCE el debate entre los candidatos por el PP y el PSOE, posiblemente el acto de más relieve de esta campaña. Seguramente habría sido más enriquecedor un debate con todos los candidatos, pero nos habíamos hecho ya a la idea de que debatirían los líderes de las dos fuerzas políticas mayoritarias en la actual composición de la Asamblea de Ceuta.
Los que intentamos seguir la evolución de la campaña electoral esperábamos con expectación este debate en el que se hablaría, o eso esperábamos, de los principales problemas que, a juzgar por las encuestas, preocupan a los que habitamos en esta bendita tierra, a saber: Desempleo, Inseguridad ciudadana y Sanidad en las tres primeras posiciones según una encuesta realizada por Dialoga Consultores en fechas recientes. Pero les acompañan la preocupación por la situación económica, las relaciones con Marruecos y el transporte. Sorprendentemente, a mi entender, la preocupación por la Educación figura en la undécima posición. Y digo sorprendentemente, porque si el desempleo es la primera preocupación, una parte importante de este dato se explica en los fallos en el sistema educativo. Yo esperaba, me magino que muchos, oír por boca de los propios candidatos sus opiniones, propuestas e iniciativas en relación a estas preocupaciones de los ciudadanos, además de las otras que han ido surgiendo en la campaña, como la escasez de vivienda en Ceuta.
Y este debate se nos ha hurtado, se nos ha privado de asistir a esa confrontación de programas para solucionar los problemas que nos preocupan, muchos de ellos fuera de las competencias de la Asamblea de Ceuta, por lo que añade un plus de interés el modo en que se tratarán con la administración central del Estado. Porque, y vamos a reflexionar sobre esto, al elegir al Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta no elegimos a un coordinador de barriadas que cada mañana se pasea por Ceuta señalando con el dedo aquello que está mal. Esa no es su función, y si le pedimos eso, nos equivocamos. Elegimos a un apersona con el suficiente carácter y capacidad de liderazgo para formar un equipo que gestione los asuntos públicos con el máximo de eficacia y eficiencia. Una persona que sea capaz de conseguir de las administraciones del Estado los recursos materiales e inmateriales que Ceuta necesita, independientemente de que sea o no de su partido político el gobierno de turno. Una persona que, cuando surge una crisis de extrema gravedad, como la de mayo del 2021, no se quede en su despacho, que comparezca ante las cadenas de televisión y de radio de toda España y explique al resto de ciudadanos españoles lo que aquí estaba sucediendo; que sea capaz de hacer entender a las más altas autoridades del país que su presencia aquí es necesaria. Esto es lo que deberíamos pensar al elegir al presidente de nuestra Ciudad Autónoma.
El candidato del PSOE ha perdido la oportunidad de que oigamos sus propuestas, además de una ocasión única de preguntar a su oponente por cualquiera de los temas que en su agenda lleve, entre otros las posibles consecuencias del caso EMVICESA. Ha preferido que sigamos con la duda sobre sus capacidades, a la que ahora se le añade otra: si no habrá considerado que es mejor que no se despeje la duda, lo que nos haría pensar que no ha tenido en cuenta el interés de Ceuta y de los ceutíes, primando sus interese personales.