La titular del Juzgado en funciones de guardia de Granada ha dictado este lunes una medida cautelar que suspende temporalmente la entrega del hijo menor de Juana Rivas a su padre, quien está acusado de maltrato. La decisión, tomada en respuesta a una solicitud de la madre, previene que el niño sea entregado en este momento al progenitor y establece que el menor se quede en España mientras se resuelven las alegaciones de riesgo en su traslado.
El caso, que ha concitado la atención mediática debido a la relevancia pública de la figura de Juana Rivas en la lucha contra la violencia de género, ha dado un giro importante con esta nueva decisión judicial. El juzgado, tras analizar las circunstancias y las pruebas presentadas, ha determinado que existen indicios suficientes de que el traslado del menor al país de residencia del padre, en Italia, podría implicar un riesgo para su bienestar.
El padre del niño, quien ha sido acusado en diversas ocasiones de maltrato y violencia de género, se encuentra en el centro de este proceso judicial. Juana Rivas ha expresado en varias instancias su preocupación por la seguridad de su hijo si este fuera entregado al padre, especialmente debido a las denuncias previas de maltrato que pesaban sobre él y que están siendo investigadas por los tribunales.
La madre había solicitado una revisión de la orden de entrega, solicitando que el niño permaneciera en España hasta que se resolviera el contexto de las acusaciones contra el padre. En su petición, los abogados de Rivas argumentaron que el regreso del menor con su progenitor podría ser perjudicial para su bienestar emocional y psicológico, dado el historial de violencia familiar que ha vivido la madre.
El Juzgado, al dictar la medida cautelar, ha señalado que la protección del menor es una prioridad en este tipo de procedimientos. En este sentido, el tribunal ha indicado que cualquier decisión sobre la custodia del niño debe considerar ante todo su seguridad, bienestar y derechos fundamentales. Por esta razón, se ha suspendido la entrega hasta que se realice un análisis más profundo de las circunstancias que rodean el caso y se evalúe adecuadamente la situación.
El fallo judicial se produce en un contexto complejo, en el que la justicia debe equilibrar los derechos de los padres con la protección del menor. La figura de Juana Rivas ha estado en el centro de los debates sobre violencia de género en España desde que en 2017 denunciara públicamente el maltrato sufrido durante su relación con su expareja, quien es el padre del niño involucrado. Rivas ha sido una defensora activa de los derechos de las mujeres y los niños víctimas de violencia doméstica, y su caso ha sido ampliamente seguido tanto en los medios de comunicación como por organizaciones que luchan contra la violencia machista.
La medida cautelar tomada por el juzgado ha sido celebrada por la defensa de Juana Rivas, quienes consideran que es una muestra de la consideración que la justicia está dando al bienestar del menor. La decisión también ha sido vista como un paso importante para garantizar que las acusaciones de maltrato sean tomadas en cuenta de manera rigurosa en el proceso judicial, protegiendo a la víctima y al niño de cualquier posible perjuicio.
Desde que comenzó el proceso judicial, la madre ha insistido en que su hijo no debe regresar a un entorno donde pudiera sufrir nuevamente situaciones de violencia. En sus intervenciones públicas, ha dejado claro que el niño ha sido testigo y víctima de una situación de abuso que podría tener consecuencias traumáticas si fuera entregado al padre sin que se garantice su seguridad.
Por otro lado, la defensa del padre ha insistido en que las acusaciones de maltrato no están comprobadas en su totalidad y que su cliente tiene derecho a la custodia del hijo, argumentando que no existen pruebas suficientes para justificar la suspensión de la entrega. No obstante, el tribunal ha considerado que, por el momento, las pruebas de los presuntos abusos deben ser evaluadas con más detalle antes de tomar una decisión final.
El juzgado ha subrayado que la medida es provisional y cautelar, y que se procederá con una revisión de la situación en el futuro cercano. Mientras tanto, el hijo de Juana Rivas permanecerá en España, bajo la custodia de su madre.
Este nuevo capítulo en el caso se suma a una larga serie de trámites judiciales que aún están en curso. La incertidumbre sigue marcando el futuro de este niño, cuya seguridad y bienestar continúan siendo el principal foco de atención en todo el proceso. En este contexto, tanto los abogados de Juana Rivas como las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y de los niños han destacado la importancia de que se tomen medidas que aseguren un entorno seguro para el menor, independientemente de los derechos parentales.
El caso de Juana Rivas sigue siendo emblemático en el debate público sobre la violencia de género y la protección de los menores, y la resolución final de este proceso podría tener implicaciones más allá del ámbito judicial, influyendo en futuras decisiones sobre custodia y medidas cautelares en casos de violencia doméstica.