El trabajo realizado por el jefe del Servicio, José López Barba, y por el equipo del laboratorio de Microbiología, está siendo fundamental para ganar la batalla al virus
Entre todos los trabajadores sanitarios que están luchando contra la pandemia del COVID-19 en Ceuta, hay un grupo de profesionales que lo llevan haciendo sin descanso durante cinco meses. Se trata de los técnicos y facultativos del Laboratorio de Microbiología del Hospital Universitario de Ceuta, un pilar básico en la lucha contra el coronavirus gracias a las miles de analíticas, para el diagnóstico del COVID-19, que vienen realizando desde el origen de la pandemia. Para realizar este importante trabajo, el Laboratorio de Microbiología se ha dividido en dos, habilitándose un espacio independiente por el COVID-19, además de haberse comprado más equipos para la batalla contra el virus, como equipos PCR y de serología automatizada que permite realizar y conocer el resultado en Ceuta en cuestión de horas, sin ser necesario su envío al Instituto Carlos III de Madrid.
Desde que comenzaron los primeros casos en China, así como en Europa, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) puso en marcha una serie de medidas extraordinarias con el objetivo de controlar la pandemia en Ceuta y que afectara lo menos posible a la ciudad. Uno de los puntos que más se ha reforzado ha sido el Laboratorio de Microbiología del HUCE, donde el jefe de servicio, José López Barba, ha destacado que desde febrero “se empezó a gestionar, por parte del INGESA, la adquisición de los equipos específicos para realizar las pruebas PCR en Ceuta y no en el Centro Nacional de Microbiología”. Este hecho, según cuenta el doctor, ha significado “un salto exponencial en la lucha contra el virus en la ciudad y ha derivado en que, a día de hoy, dispongamos de un laboratorio de alto nivel con cuatro máquinas para el diagnóstico PCR y otra de serología automatizada que permite hacer una gran cantidad de pruebas todos los días”.
En el laboratorio del HUCE se analizan tanto pruebas PCR para saber si el paciente es positivo o negativo de coronavirus, como test serológicos, que permiten detectar la presencia de anticuerpos a partir de una muestra de sangre. Conocidos como tests rápidos, ya que no necesitan de un equipamiento específico, sino que funcionan como una tira reactiva que genera el resultado en unos 15 minutos.
Además de estas pruebas, también se utiliza la técnica de análisis serológico ELISA, que mide la presencia de anticuerpos en la muestra y la concentración de estos.
López Barba ha destacado también que INGESA ha estado realizando en Ceuta una «gran cantidad test de coronavirus» desde el origen de la pandemia en España y en la actualidad se ha incrementado el número de PCR y de test rápidos con “el objetivo de detectar a los pacientes asintomáticos y a pacientes con pequeña cantidad de virus en su sangre pero que son capaces de transmitir la enfermedad”. En este sentido, recuerda que Ceuta se encuentra «libre de coronavirus» y se siguen haciendo las pruebas necesarias en todo momento, según los protocolos marcados por el Ministerio de Sanidad.
Test y equipos de diagnóstico PCR
Para la realización de la toma de muestra se necesita un kit para la detección del coronavirus compuesto por una torunda y por un medio de transporte líquido. Siguiendo los protocolos marcados por el Ministerio de Sanidad, se toma de muestra mediante la introducción de una torunda en la garganta (orofaringea) y nasofaríngea (nariz) de la persona. Tras este paso, se introduce la torunda en el medio de transporte líquido, se agita, se etiqueta con los datos del paciente, y ya estaría preparada para recibirla en el laboratorio y trabajar con la muestra. “Lo importante es el líquido rosa del medio de transporte. Una vez recogida la muestra en el tubo puede aguantar en la nevera 24 horas a 4 grados. A partir de ahí el ARN, el virus, empezará a deteriorarse”, asegura Barba.
El siguiente paso sería desinfectar los tubos o medios de transporte mediante solución hidroalcohólica, es la parte más sensible del proceso, ya que se podría contaminar las demás muestras e incluso parte del laboratorio, de ahí que el equipo de trabajo tenga que llevar EPIS en todo momento.
Distribución de las muestras
Una vez desinfectada la muestra, se decide en cuál de las cuatro máquinas PCR se va a analizar, lo que dependerá de la urgencia y la importancia del test. “Si es un paciente crítico o un paciente de un accidente de tráfico al que tenemos que intervenir inmediatamente utilizaremos la máquina de PCR más rápida que disponemos y que dura 50 minutos. En casos que el paciente es un positivo claro podríamos estar hablando de 30 minutos para el diagnóstico”, resume el jefe del Servicio de Microbiología.
INGESA también dispone de otro equipo que está reservado para urgencias y que realiza dos PCR cada 70 minutos. López Barba recuerda que este equipo, que fue el primero en llegar a las puertas del laboratorio, es al que le tiene «más cariño» ya que su equipo tuvo que montarla y ponerla en marcha. “Es como un hijo para nosotros”.
En la misma línea, el laboratorio tiene dos máquinas, con el sistema ‘BD Max’, de gran volumen y de alta tecnología que pueden realizar 48 muestras PCR en seis horas. “Durante la pandemia hacíamos unas 50 PCR al día, ahora estamos haciendo muchas más PCR, con una media de 60-70 PCR diarias, incluso llegamos a las 100. Esto no quiere decir que haya más casos, sino que se está buscando y trabajando más para poder controlar al virus”, asegura el doctor, quien también apostilla que “cuando se detecta un positivo se activa una red muy bien trenzada entre Atención Primaria, Microbiología, Preventiva y la Consejería de Sanidad y se comienza a realizar todas las medidas preventivas como el estudio de contacto y su posterior aislamiento, entre otras”.
“Ahora mismo disponemos de la mejor máquina en el mercado para la detección de anticuerpos en los pacientes”, asegura el doctor. Este equipo de serología automatizada por quimioluminiscencia tiene la finalidad de detectar anticuerpos en el organismo y es capaz de realizar 250 muestras en 40 minutos, en caso de necesidad.
“A nivel asistencial es la situación más alarmante que he vivido”
El doctor López Barba destaca que el principio de la pandemia se vivió con “estrés” debido al desconocimiento del virus y de su manera de diagnosticarlo. “El personal técnico del laboratorio se enfrentó desde el primer momento con valentía al COVID-19 y tuvimos que ponernos manos a la obra y llevar a cabo las medidas más drásticas posibles”.
El jefe de servicio, en sus 20 años como médico especialista en Microbiología y Parasitología, ha vivido crisis sanitarias como el VIH, la acinetobacter baumannii del antiguo hospital y la hepatitis C, pero a nivel asistencial no recuerda una situación tan “alarmante” como la que se está viviendo con el COVID-19.
Por último, López Barba ha recomendado a la ciudadanía «no bajar la guardia ya que el virus sigue presente» y recuerda de la importancia de lavarse las manos, usar mascarillas y mantener la distancia de seguridad. “Que la población esté tranquila ya que estamos preparados para una segunda oleada y desde Microbiología vamos a poner todo nuestro esfuerzo para poner en marcha cualquier técnica novedosa que sea precisa lo antes posible y para eso tenemos el apoyo de la dirección territorial del INGESA».